El técnico del equipo Pijao se encuentra en una condición que parece dejarlo sin opciones, pues después de haber empatado contra el Deportivo Cali se suman dos fechas consecutivas en las que el equipo debe enfrentar a su rival con un jugador menos en el campo. El antioqueño entregó su concepto de esta contienda, que dejó a los locales con sentimientos encontrados sobre el rendimiento del equipo y las decisiones arbitrales, a cargo del atlanticense Bismarks Santiago.
González tuvo sus minutos de intervención en la rueda de prensa luego del partido, allí, dejó una serie de comentarios en cuanto al trabajo y decisiones del juez central haciendo serios cuestionamientos. En particular, se refirió a la expulsión del extremo Jeison Lucumí (33′), la cual, según el técnico, no fue revisada de manera adecuada; aunque también indicó cómo se pitó un penal en contra por una acción normal de partido. “Un partido demasiado raro en algunas decisiones, situaciones como la de la roja de ‘Lucu’ que ni siquiera la revisan. Me parece que definitivamente hay un contacto, pero es uno que normalmente es para revisión, pues no había intensidad ni velocidad en la acción, no sé, el penalti en contra nuestra deja, no digamos que dudas, pero sí me hace pensar muchas cosas”, enfatizó el orientador en su intervención.
Y así como explicó por qué consideró que la acción que causó inferioridad numérica en su escuadra fue, por demás, dudosa, comentó que, en cuanto al penalti en contra de su equipo, el defensor, al medir casi 1.90 metros, no saltó. Y su cabeza quedó a la altura del codo de un rival, sin que se observara un intento de golpearlo a propósito, como lo interpretó Santiago, que le abrió la puerta de la paridad al adversario. A pesar de estos incidentes, el orientador destacó el esfuerzo y la actitud de sus elementos, quienes, a pesar de jugar con diez hombres, mostraron determinación para buscar la victoria. Recordó que el ‘Vinotinto y Oro’ había jugado previamente con inferioridad en Bucaramanga y que, a pesar de las adversidades, el grupo logró mantener una posesión del balón del 52% en el segundo tiempo del partido.
“Se lo dije a los jugadores al final del partido: me siento orgulloso de la manera que compiten, quisieron ganar con 10, después de haber jugado en Bucaramanga con 10. Y venir acá y actuar 65 minutos con diez jugadores queriendo ganar”, agregó el adiestrador, que, tras dos reveses en instancias decisivas del campeonato, está obligado a pelear por el cupo a la gran final, esquivo en 2023-2 y 2024-1. “Si nos vamos a ir a opciones claras de gol, seguramente Cali pudo haber ganado, porque tuvo más opciones claras que nosotros. Pero si nos vamos a lo que el juego marcaba como tendencia cuando estábamos 11 contra 11, era el 65% de posesión nuestra. Estábamos fallando en ciertas ubicaciones que no nos permitían ser muy profundos, pero definitivamente íbamos para donde queríamos”, acotó el técnico.




