La semana pasada, el ministro de Comercio y exdirector de la DIAN, Luis Carlos Reyes, reveló una lista de 38 políticos que habrían recomendado «ahijados políticos» para obtener cargos en la entidad durante su gestión en 2024. Entre los nombres que figuran en el polémico listado está el del representante a la Cámara por el Tolima, Alejandro Martínez, del Partido Conservador.
Según el documento, Martínez habría solicitado el traslado de Lina Paola Quintana López desde Girardot a Ibagué, aunque se desconocen los motivos detrás de esta petición.
¿Tráfico de influencias?
Aunque la fiscal Luz Adriana Camargo aclaró que recomendar personas para cargos no es un delito, la gravedad radica en la posible comisión de tráfico de influencias, un delito penalmente grave.
Este tipo de prácticas, aunque comunes en el país, han puesto en jaque la reputación de Martínez, quien ahora enfrenta cuestionamientos públicos y políticos.
La lista, entregada por Reyes en junio del año pasado, muestra tres columnas: el nombre del recomendado, el cargo solicitado y el político que hizo la recomendación, evidenciando una red de favores que podría tener implicaciones legales.
Caída
Pero el escándalo en la DIAN no fue el único golpe para Martínez. La Sección Quinta del Consejo de Estado anuló la elección del alcalde de Melgar, Rodrigo Hernández, un aliado clave del representante. La decisión se tomó debido a un caso de doble militancia que había sido inicialmente desestimado por el Tribunal Administrativo del Tolima.
Con esta anulación, Martínez pierde no solo a su alcalde más influyente, sino también la sólida plataforma política y electoral que tenía en este municipio, debilitando sus aspiraciones de reelección en la Cámara.
Sin duda, esta ha sido una semana negra para Alejandro Martínez. Desde su vinculación al escándalo de la DIAN hasta la pérdida de su bastión político en Melgar, el representante se encuentra en el ojo del huracán.
Mientras las investigaciones avanzan, Martínez tendrá que enfrentar no solo las consecuencias legales, sino también el desgaste de su imagen pública y política. La pregunta que quedan en el aire es: ¿podrá recuperarse de esta crisis?


