Bad Bunny sorprendió al anunciar que su nueva gira mundial Debí Tirar Más Fotos no incluirá a Estados Unidos. La decisión responde a un motivo contundente: el temor de que agentes de inmigración realicen redadas en los conciertos y pongan en riesgo a miles de fanáticos latinos.
Un anuncio que divide opiniones
En entrevista con la revista i-D, el cantante explicó que la posibilidad de que el ICE (Immigration and Customs Enforcement) desplegara operativos en sus presentaciones le generaba gran preocupación. “El maldito ICE podría estar afuera”, afirmó el artista puertorriqueño, aludiendo al riesgo para las comunidades migrantes que suelen asistir a sus shows.
Aunque Bad Bunny ha tenido exitosos conciertos en EE. UU. y mantiene un fuerte vínculo con su público latino en ese país, aseguró que esta vez no podía ignorar las implicaciones sociales de su gira. La medida no surge de un rechazo al país, sino de un gesto de protección hacia su audiencia.
Puerto Rico será el epicentro
En lugar de recorrer Estados Unidos, Bad Bunny ofrecerá una residencia de 30 conciertos en Puerto Rico. Desde allí, extenderá su gira por Latinoamérica, Europa, Japón y Australia, convirtiendo a la isla en el punto de partida de un recorrido global que refuerza sus raíces culturales.
Con esta decisión, el cantante no solo reafirma su identidad puertorriqueña, sino que también convierte a San Juan en destino obligado para sus seguidores. La estrategia podría generar un impulso económico significativo para la isla, al atraer visitantes internacionales que viajarán para verlo en vivo.
Un mensaje político implícito
La exclusión de EE. UU. en el itinerario de Bad Bunny ha sido interpretada como una crítica velada a las políticas migratorias. El artista, que ha utilizado su plataforma para denunciar injusticias sociales, envía un mensaje claro: el entretenimiento no debería convertirse en un espacio de persecución para comunidades vulnerables.
Si bien no se conoce una reacción oficial de las autoridades estadounidenses, la noticia ya ha generado debate en medios internacionales. Para algunos, se trata de una postura valiente que refleja la responsabilidad social de las figuras públicas; para otros, es una pérdida cultural para el público latino en EE. UU.
Impacto en sus seguidores
Miles de fans que esperaban verlo en ciudades como Miami, Nueva York o Los Ángeles tendrán que viajar a Puerto Rico o esperar próximas oportunidades. Sin embargo, el entusiasmo por su gira mundial sigue intacto, y la expectativa por sus conciertos en la isla es cada vez mayor.
Con esta jugada, Bad Bunny no solo marca un precedente en la industria musical, sino que también coloca la discusión migratoria en el centro del debate cultural. Su decisión refuerza el poder de la música como vehículo de conciencia social y protección comunitaria.
