La próxima Super Bowl ya tiene protagonista musical para su esperado espectáculo del medio tiempo: Bad Bunny. La elección del artista puertorriqueño ha sorprendido a muchos, especialmente porque deja fuera de juego a una banda que parecía tener todas las papeletas para ocupar ese lugar: Metallica.
La final se celebrará en el Levi’s Stadium de Santa Clara, en pleno corazón del área de San Francisco, ciudad con la que Metallica tiene una conexión profunda. El lugar, la historia de la banda y su proyección internacional hacían pensar que este podía ser el momento ideal para ver al grupo de heavy metal sobre uno de los escenarios más codiciados del mundo del entretenimiento.
Sin embargo, la NFL ha optado por una apuesta que refleja los nuevos tiempos. Bad Bunny, figura clave de la música urbana a nivel global, encarna el fenómeno del reguetón y el trap latino que ha conquistado listas de éxitos, festivales y plataformas de streaming. Su presencia garantiza visibilidad, repercusión mediática y una conexión directa con las nuevas generaciones.
La decisión no solo deja a Metallica fuera del evento, sino que marca un punto de inflexión en la narrativa musical del Super Bowl. El rock, que durante décadas fue la banda sonora de estos espectáculos, va cediendo terreno frente a otros géneros con mayor peso en la actualidad.
Con esta elección, el medio tiempo de la Super Bowl 2026 promete ser un espectáculo vibrante y global, aunque no exento de debate entre los distintos públicos que siguen este evento cada año.
