Debido a los damnificados que está dejando los fuertes aguaceros, el gobernador Ramiro Barragán, junto al equipo del Consejo Departamental para la Gestión del Riesgo de Desastres, evaluaron el plan de acción para mitigar los impactos que ha dejado esta situación a nivel regional.
Germán Bermúdez Arenas, director de la Unidad Departamental para la Gestión del Riesgo de Desastres, indicó que, a partir de la declaratoria de calamidad pública en Boyacá por las afectaciones causadas por las lluvias, cada una de las sectoriales la Unidad de Gestión del Riesgo, la Gobernación y los municipios deben definir unas actividades en las líneas de infraestructura vial, sector agropecuario, asistencia humanitaria, entre otros.
“Este plan permite que la Secretaría de Infraestructura defina un paquete complementario para poder invertir en más maquinaria para atender las vías. En el tema de agricultura también se han establecido unos recursos para apoyar las pérdidas agropecuarias derivadas de estos impactos”, manifestó el director de Gestión del Riesgo.
Intervenciones
El funcionario explicó, además, que en Quípama se vienen adelantado intervenciones importantes. Asimismo, se solicitará al Gobierno nacional que reciba al departamento en un Puesto de Mando Unificado Nacional. Allí se presentarán las necesidades, las intervenciones que se requieren y los recursos que ha dispuesto el Gobierno departamental para atender las emergencias.
“Debido a la afectación que tenemos en Pajarito por el cierre de la vía, hemos establecido que son más de 500 familias las que, de alguna manera, se han visto afectadas en el tema económico por la pérdida de la banca por las lluvias. Además de estas afectaciones, creemos que estamos alrededor de las 600 necesidades de ayuda humanitaria para diversos municipios, especialmente en la provincia de Occidente. Toda esa información debe ser cargada por los municipios y, a partir de ahí, se entregarán las ayudas que correspondan”, puntualizó Bermúdez.




