El Batallón de Ingenieros de Desminado Humanitario #4 con puesto de mando en Granada, está próximo a reiniciar labores en los municipios de Mapiripán, Cubarral, San Juan de Arama, Mesetas y Vistahermosa.
Reinicio de labores
Luego del ataque ocurrido el pasado 17 de mayo contra un grupo de militares desarmados que buscaba artefactos sin explotar en Vistahermosa, hace unas semanas se había anunciado el reinicio del desminado humanitario en el Meta.
Sin embargo, un mes después del anuncio, el coronel Juan Carlos Martínez, comandante del Batallón de Ingenieros de Desminado Humanitario, manifestó que se encuentran todavía a la espera de un concepto favorable en temas de seguridad para dar inicio con estas labores en los municipios restantes.
A la espera
“No hemos comenzado porque estamos a la espera de un concepto favorable en temas de seguridad, esperamos que la próxima semana ya estemos trabajando en eso. De todas formas, operadores como ‘Campaña Colombiana contra Minas’ ya están realizando labores en Lejanías, Puerto Rico, El Castillo, Puerto Lleras y Puerto Concordia”, señaló Juan Carlos Martínez.
De los 29 municipios en el Meta, ya hay libre de sospecha de contaminación 17; de estos, 10 han sido entregados por parte de la unidad. En diciembre del año 2020, se entregó Granada, que ha sido el más reciente libre de sospecha.
El proceso
El desminado humanitario necesita la colaboración de la comunidad. La primera tarea es investigativa, entonces vamos de puerta en puerta con el expediente municipal que es la historia que tiene el municipio con eventos, accidentes o incidentes que se han presentado desde 1990 a la fecha.
Con todos esos insumos, el personal capacitado evalúa y genera un área donde posiblemente pueden existir artefactos explosivos. De ahí pasamos a la tarea de estudio técnico que es la búsqueda física en terreno mediante la técnica de desminado mecánico, canino o manual para ubicar estos dispositivos.
Al ubicar estos artefactos o una munición sin explotar, pasamos a la tarea final que es el despeje que consiste en remover cualquier artefacto de esa zona.
No es capricho
“El desminado humanitario no es un capricho del gobierno local o nacional. Nosotros estamos ceñidos al tratado de Otawa firmado en 1999 y ratificado por Colombia en el 2002, donde uno de los principales propósitos era que ningún país puede almacenar o tener instalados en sus terrenos algún artefacto explosivo”, puntualizó el coronel Juan Carlos Martínez.




