Salomón Said expresó que se logró rehabilitar 2.2 kilómetros de la carretera Nariño.
Salomón Said, alcalde de Girardot, expresó que las calles del municipio presentaban un avanzado deterioro, con huecos y fallas estructurales que generaron constantes accidentes, especialmente en temporadas de lluvia. La vía Nariño, una de las más transitadas, se volvió crítica por su mal estado y alta velocidad vehicular.
Por esta razón, la administración municipal creó la Unidad de Mantenimiento Vial, como respuesta a la necesidad urgente de intervenir la malla vial urbana. Con más de 240 kilómetros de vías, Girardot enfrentaba una situación insostenible que afectaba la seguridad y la movilidad.
A partir de esta iniciativa, el municipio decidió dejar de depender de contratistas privados y adquirió maquinaria propia para desarrollar obras de reparación directamente. Esta decisión buscó optimizar recursos y garantizar una intervención oportuna en los puntos más deteriorados.
En ese contexto, en septiembre de 2024 se firmó un convenio con la Gobernación de Cundinamarca para cofinanciar la compra de maquinaria. La inversión total ascendió a $7.000 millones, de los cuales el municipio aportó $2.200 millones y el resto fue cubierto por el departamento.
Sin embargo, no toda la maquinaria pudo ser adjudicada en el primer proceso contractual. Aunque se adquirieron dos retrocargadores y un rodillo tándem, la fresadora, pavimentadora y microhormigonera quedaron por fuera, lo que obligó a alquilar equipos adicionales. Como solución, se celebró un contrato de alquiler de maquinaria amarilla por $640 millones, lo que permitió continuar con los trabajos. Además, se contrató el suministro de insumos y materiales de ferretería por un valor de $3.500 millones, para atender diversas necesidades de obra.
Gracias a estas acciones, se logró intervenir 2.2 kilómetros de la vía Nariño en tan solo un mes y cinco días. Esta vía, que conecta los barrios del sur y norte, soportaba un alto flujo vehicular y representaba uno de los mayores riesgos de accidentalidad en el municipio.
Al mismo tiempo, se empleó personal obrero ya vinculado a la Alcaldía, conformando cuadrillas para apoyar las labores de reparación.
Cabe destacar que la vía Nariño no está bajo jurisdicción nacional ni departamental, sino que es completamente responsabilidad del municipio. Durante años, esta carretera estuvo abandonada, sin intervenciones oficiales, pese a su importancia estratégica.
Finalmente, se proyecta continuar con este modelo operativo para cubrir otras zonas con alto grado de deterioro. El objetivo es mejorar las condiciones viales, reducir riesgos de accidentalidad y garantizar una movilidad más segura para toda la ciudadanía.




