El Aeropuerto San Luis, ubicado en el sur del municipio de Ipiales, se consolida como una pieza clave para el desarrollo económico, logístico y social del sur del departamento. En medio de un proceso de modernización y expansión, este terminal aéreo se proyecta como un eje estratégico que fortalecerá la conectividad binacional entre Colombia y Ecuador.
Actualmente, el aeropuerto avanza en una serie de obras de infraestructura que incluyen la ampliación de la pista, la renovación integral de sus instalaciones y la optimización de los servicios aeronáuticos.
Estas mejoras no solo buscan aumentar la capacidad operativa para vuelos nacionales e internacionales, sino también posicionar a Ipiales como una plataforma logística de primer nivel en la región andina.
Con una visión clara hacia el futuro, el proyecto tiene como uno de sus principales objetivos convertirse en una zona franca aeroportuaria. Este modelo permitiría atraer inversión nacional y extranjera, fomentar el comercio transfronterizo y dinamizar sectores clave como el turismo, el transporte de carga y el intercambio cultural. De este modo, el aeropuerto se transforma en un catalizador de integración regional, alineado con los intereses estratégicos de ambos países.
La directora del aeropuerto, Olga Potosí, señaló que “la ampliación del Aeropuerto San Luis no solo significa crecimiento en infraestructura, sino una oportunidad para dinamizar la economía regional, generar empleo y mejorar la competitividad del sur del país”.
Potosí también destacó que el nuevo enfoque permitirá potenciar a Ipiales como un nodo logístico que conecte eficientemente al sur de Colombia con mercados internacionales, especialmente los del norte del Ecuador.
El proyecto cuenta con el respaldo de las autoridades locales, departamentales y nacionales, quienes reconocen la importancia de fortalecer la infraestructura fronteriza para impulsar el desarrollo integral del departamento de Nariño.
En este contexto, la inversión en el aeropuerto se entiende como una apuesta estratégica para reducir brechas territoriales, mejorar la movilidad aérea y fomentar una mayor inclusión en el proceso de globalización. Además, el crecimiento del aeropuerto permitirá atender la creciente demanda de pasajeros y carga en la zona.




