Tras los atentados con explosivos ocurridos en Cali, que dejaron dos muertos y 43 heridos, las autoridades del Valle del Cauca declararon la alerta naranja en toda la red hospitalaria del departamento, como medida preventiva para atender posibles emergencias adicionales.
El secretario de Convivencia y Seguridad Ciudadana, Guillermo Londoño, aseguró que se han reforzado los dispositivos de control y atención de emergencias, al tiempo que se implementaron medidas como ley seca, restricción de circulación nocturna y cierre temporal de establecimientos comerciales. La zona más afectada fue el sector de la Calle 5 con Carrera 66, cerca de la estación del MÍO en el barrio El Lido, Sur de Cali, donde ocurrió uno de los ataques más graves.
El personal médico y paramédico se encuentra en máxima alerta en clínicas y hospitales, con turnos extendidos y equipos de emergencia disponibles las 24 horas. La Secretaría de Salud del Valle reiteró que se garantizará la atención a todas las personas afectadas y que se cuenta con reservas de insumos y sangre suficientes para enfrentar cualquier eventualidad.
Por su parte, la Policía Metropolitana de Cali desplegó unidades adicionales en puntos estratégicos de la ciudad, con patrullajes reforzados y controles en sectores vulnerables. También se inició una investigación conjunta con la Fiscalía General para dar con los responsables de los atentados.
La gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, expresó su rechazo frente a los hechos y pidió celeridad en las investigaciones. Además, instó a la ciudadanía a colaborar con información que permita esclarecer los ataques y garantizar la seguridad en el departamento.
Mientras tanto, el ambiente en la ciudad es de tensión e incertidumbre. Varias instituciones educativas suspendieron clases presenciales y algunos comercios del sur de Cali decidieron cerrar sus puertas por precaución. Las autoridades hacen un llamado a la calma, asegurando que todas las medidas están siendo coordinadas para restablecer el orden.




