Todo esto ocurrió en el marco del juicio que se lleva a cabo contra el exjefe de los grupos paramilitares Carlos Mario Jiménez, alias ‘Macaco’, en una corte del Estado de Florida, en Estados Unidos. Allí se dieron a conocer documentos desclasificados de la CIA y el departamento de Estado que detallan la estrecha relación entre las fuerzas armadas colombianas y las autodefensas.
Dentro de los documentos revelados se menciona al general en retiro del Ejército Nacional Rito Alejandro del Río, excomandante de las fuerzas militares y condenado por el asesinato del líder social Marino López Mena de la mano de miembros de las AUC y quien actualmente se encuentra respondiendo por sus crímenes ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), donde ha negado todo tipo de vínculos con los grupos paramilitares.
Esto surgió de una información recibida por la Embajada de Estados Unidos, ubicada en la localidad de Teusaquillo, en años anteriores donde un oficial del Ejército les manifestó preocupación por lo que sucedía y aseguraba que Rito Alejo del Río era uno de los más corruptos del país.
De acuerdo con las versiones de alias ‘Macaco’ y la información de distintas fuentes investigadas por las autoridades norteamericanas se dice que del Río le había ordenado a sus subordinados cooperar con los paramilitares cuando el no estuviera en la zona y lo señaló de desviar un avión de armas y municiones para entregárselo a grupos de autodefensas en el Magdalena Medio.
La información revelada por la embajada también asegura que en esa época el Ejército Nacional no persiguió de forma activa a los miembros de grupos paramilitares debido a que los veían como aliados en su lucha contra las guerrillas. Allí surge otra investigación contra el general retirado Jaime Humberto Uscátegui por presunta complicidad en la masacre de Mapiripán en 1997.
De acuerdo con las autoridades de Estados Unidos, todavía hay muchas huellas y conexiones entre estos grupos de autodefensas y las fuerzas militares en el país.




