Australia ha puesto en marcha un programa sin precedentes para promover el ecoturismo en la Gran Barrera de Coral, un ecosistema que ha sufrido daños significativos debido al cambio climático y a la actividad humana. La iniciativa busca combinar conservación ambiental con experiencias turísticas educativas que generen conciencia sobre la importancia de proteger los océanos.
Entre las estrategias se encuentran tours guiados por biólogos marinos, voluntariados para la restauración de corales, inmersiones supervisadas y visitas a centros de investigación. Además, se planea limitar la cantidad de barcos turísticos y establecer zonas estrictas de protección para evitar daños en áreas especialmente frágiles.
A pesar de los desafíos ecológicos, la Gran Barrera sigue siendo uno de los atractivos naturales más impresionantes del planeta. El ecoturismo podría convertirse en una herramienta clave para financiar proyectos de conservación y para transformar la manera en que los visitantes interactúan con este patrimonio natural.
