Las recientes alzas en las tarifas de energía en la región Caribe han generado fuertes protestas por parte de la ciudadanía. Los incrementos, que superan el 15% en algunos municipios, han afectado especialmente a las familias de bajos recursos y a los pequeños comerciantes.
Las empresas prestadoras del servicio han argumentado que el alza se debe a ajustes en el costo de generación y transmisión de energía, además del impacto de la crisis climática en los embalses. Sin embargo, líderes comunitarios han pedido al Gobierno intervenir para regular las tarifas y evitar que la población siga asumiendo costos elevados.
El Congreso de la República ha citado a la Superintendencia de Servicios Públicos y a los representantes de las empresas para analizar posibles soluciones. Se espera que en los próximos días se anuncien medidas para aliviar el impacto económico en los hogares afectados.
