El Ministerio de Minas y Energía anunció un nuevo incremento en los precios de la gasolina y el ACPM (diésel), lo que afectará a todas las regiones del país. En esta ocasión, el aumento es de $100 por galón, lo que genera inquietud en sectores económicos y en los consumidores. La medida tiene como objetivo fortalecer el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles.
En la ciudad de Pasto, donde se aplica el régimen especial de frontera por la Ley 191 de 1995 y la Ley 2135 de 2021, los precios ajustados de los combustibles son los siguientes: la gasolina corriente se encuentra en $14.150 por galón, mientras que el ACPM se ofrece a $10.138. Este aumento también se refleja en las estaciones de servicio de municipios cercanos, como Ipiales y la provincia de Obando, donde los precios no son ajenos a los nuevos valores establecidos.
La Resolución 40488 de 2025 establece que el ajuste busca garantizar la estabilidad del mercado de combustibles en el país, pero ha causado preocupación entre transportadores y ciudadanos. El impacto en el costo de los productos básicos y el transporte ha generado dudas sobre la efectividad de esta medida, especialmente en las zonas más afectadas por la subida de los precios.
Mario Guevara, gerente de PETRONAR, comentó sobre las implicaciones del aumento en las regiones fronterizas, como Ipiales, donde la subida de precios podría fomentar el contrabando de combustibles provenientes de Ecuador. Guevara advirtió que el incremento de los precios legales hace que el combustible de contrabando, que ingresa ilegalmente desde el vecino país, sea más atractivo para los consumidores de la zona.
“Cada aumento legal en el precio de la gasolina y el diésel hace que el combustible ingresado de manera ilegal desde el Ecuador resulte más atractivo. Esto afecta directamente la economía formal y la competitividad en nuestra región fronteriza”, explicó Guevara. El contrabando de combustibles es una preocupación constante en las zonas limítrofes, ya que representa un desafío para las autoridades colombianas en términos de control y fiscalización.
Además, el aumento en los precios podría tener un efecto negativo sobre los costos de transporte, lo que a su vez impactaría el precio de los productos en el mercado local. Los transportadores ya habían mostrado su preocupación por los aumentos anteriores, y este nuevo ajuste podría agravar la situación económica en varias regiones del país.




