
El balance positivo que venía registrando Bogotá con relación a los turnos de racionamiento de agua mostró un declive el viernes 26 de abril, debido a que el consumo volvió a aumentar y se aleja de la meta de ahorro.
El alcalde de la ciudad, Carlos Fernando Galán, informó que durante este día y a pesar de que varios barrios de las localidades de Fontibón y Kennedy quedaron sin agua, el consumo “subió considerablemente e incluso fue más alto que el mismo día del primer ciclo”.
El mandatario sostuvo que durante el viernes el consumo fue de 16,04 metros cúbicos por segundo (m³/s), lo que se aleja de la meta propuesta de 15 m³/s y se acerca a la cifra registrada desde antes del 11 de abril, cuando empezaron los racionamientos y el consumo era de 17 m³/s.
En cuanto al nivel de los embalses, aseguró que el sistema Chingaza, conformado por los embalses de Chuza y San Rafael y el subsistema río Blanco, es de 16,09 % y la meta al 30 de abril es llegar al 20 %.
“Bogotá nos necesita unidos. Tenemos que hacer un esfuerzo adicional. Juntos vamos a superar esta crisis, pero no podemos relajarnos. Duchas de 3 minutos, no lavar carros, ventanas ni fachadas y no acumular más agua de la necesaria para lo básico”, reiteró Galán.
¿Habrá más medidas?
El mandatario distrital, precisamente, el viernes en la mañana, mencionó la necesidad de que se hiciera «un esfuerzo adicional» por parte de la ciudadanía para lograr la meta de 15 m³/s de consumo de agua y de 20 % en el sistema Chingaza, que abastece al 70 % de la capital colombiana.

