El Athletic Club no pudo mantener la fortaleza de San Mamés y terminó cayendo 0-2 frente al Arsenal en un encuentro donde los números revelaron sus limitaciones. Aunque el marcador reflejó la diferencia en efectividad, las estadísticas también mostraron las dificultades del conjunto local para competir en igualdad de condiciones.
La posesión de balón fue un aspecto determinante. Los vascos apenas lograron un 40% de control, lo que los obligó a jugar más replegados y a depender de acciones aisladas para acercarse al arco rival. Esta cifra contrastó con la superioridad de los ingleses, que se apropiaron del balón durante la mayor parte del compromiso.
En cuanto a la construcción de juego, el Athletic registró 242 pases con un 82% de precisión. Aunque mostró momentos de intención ofensiva, la falta de continuidad en la circulación lo limitó en la generación de peligro. El rival duplicó prácticamente sus cifras, lo que acentuó la diferencia entre ambos estilos.
En el frente de ataque, el cuadro rojiblanco remató en 10 ocasiones, pero solo tres disparos tuvieron dirección de arco. Esa falta de puntería lo condenó, pues no supo capitalizar las pocas oportunidades creadas. La defensa rival, en cambio, se mostró firme y evitó que los intentos locales tuvieran verdadero impacto.
El desgaste físico fue evidente, ya que el Athletic acumuló 18 faltas a lo largo del compromiso. Este número, más alto que el de su rival, evidenció la dificultad para recuperar la pelota de forma limpia y la necesidad de frenar las transiciones con infracciones. Una tarjeta amarilla acompañó esa estadística de juego brusco.
En las jugadas de pelota quieta tampoco encontró la diferencia. Apenas dispuso de dos tiros de esquina, insuficientes para poner en aprietos a la defensa contraria, que mantuvo el orden en cada balón aéreo. La falta de variantes en este aspecto fue otro punto débil en el desempeño del equipo.
Al final, la derrota dejó en claro que el Athletic no solo fue superado en el marcador, sino también en los porcentajes de posesión, pases y eficacia ofensiva. El esfuerzo y la intensidad estuvieron presentes, pero no bastaron para revertir un duelo donde los números mostraron con claridad la distancia frente a un rival de mayor contundencia.


