El Dorado, Meta. El director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), Carlos Carrillo, se desplazó al departamento del Meta para reunirse con la gobernadora Rafaela Cortés y los alcaldes de los municipios del Alto Ariari. El objetivo principal de este encuentro es evaluar y coordinar las acciones necesarias para mitigar los efectos de la reciente ola invernal que ha afectado a cientos de familias en la región.
Desastre
La emergencia se originó hace una semana, cuando el río Ariari se desbordó debido a las intensas lluvias, dejando incomunicadas a aproximadamente 300 familias en cinco veredas del municipio de El Dorado. Las comunidades de La Isla, El Edén, El Diamante, San José y Aguas Zarcas resultaron especialmente afectadas, enfrentando inundaciones que causaron daños significativos en cultivos de plátano, yuca, maracuyá y maíz, así como la pérdida de animales de corral y enseres domésticos.
Además de El Dorado, el municipio de El Castillo también sufrió las consecuencias del desbordamiento, con inundaciones que afectaron viviendas, infraestructura vial y cultivos. Las autoridades locales han solicitado apoyo de la Fuerza Aérea Colombiana para realizar labores de rescate y asistencia a las comunidades afectadas. Sin embargo, las condiciones climáticas adversas han dificultado las operaciones aéreas en la zona.
Acciones
En respuesta a la situación, la UNGRD, en coordinación con la Gobernación del Meta y los municipios afectados, ha instalado un Puesto de Mando Unificado (PMU) para centralizar y coordinar las acciones de atención y mitigación de la emergencia. Durante la jornada, se han evaluado los daños y se han planificado intervenciones prioritarias para restablecer la normalidad en las zonas afectadas.
El director de la UNGRD, Carlos Carrillo, enfatizó el compromiso del Gobierno Nacional en apoyar a las regiones afectadas por desastres naturales: “Nuestra misión es trabajar de la mano con las autoridades locales para garantizar una respuesta oportuna y eficiente ante este tipo de emergencias”.
Las comunidades afectadas han manifestado su preocupación por la pérdida de sus medios de subsistencia y la incertidumbre sobre el futuro. Las autoridades han reiterado su compromiso de brindar asistencia humanitaria, incluyendo la entrega de alimentos, kits de aseo y materiales para la reconstrucción de viviendas. Además, se están evaluando medidas a mediano y largo plazo para prevenir futuras emergencias, como la construcción de obras de infraestructura que mitiguen el impacto de las inundaciones.
La Defensa Civil y otros organismos de socorro continúan en máxima alerta, monitoreando los niveles de los ríos y prestando asistencia a las comunidades afectadas. Se hace un llamado a la población para que evite zonas de riesgo y acate las recomendaciones de las autoridades, con el fin de prevenir nuevas tragedias.




