Esta vez le tocó a Israel Enrique Vega Cabrera, de 57 años, quien como pudo, logró maniobrar el autobús que conducía luego de recibir un tiro de manos de delincuentes que, al principio, se hicieron pasar por pasajeros.
El quinto intento de sicariato hacia este colectivo ocurrió cerca de las 5:00 de la tarde de este jueves, cuando el chofer de la empresa Lolaya, que cubría la ruta B10, fue atacado por crimínales de manera sorpresiva.
Al principio, todo parecía indicar que se trataba de un nuevo robo, pero no fue así. Las detonaciones provocó el pánico entre los pasajeros, quienes para protegerse, optaron por lanzarse al suelo.
Herido de bala
El conductor, después de los balazos, quedó malherido y como pudo, logró maniobrar el bus hasta colisionar metros más adelante contra una camioneta que estaba parqueada en un estacionamiento de la zona.
En ese momento, todo era un completo caos. Mientras los sicarios huían, el chofer imploraba que lo ayudaran. Minutos más tardes, varias personas que estaban por el sector llegaron y con ayuda de la Policía, bajaron al conductor quien fue conducido hasta la Clínica Campbell.
Hipótesis policial
Las autoridades policiales informaron que de acuerdo a las investigaciones del caso, el principal móvil que se maneja es la presunta extorsión a las que son sometidos los conductores del transporte público.
Con este ataque a bala ya son cinco los que se han registrado en las últimas semanas en Barranquilla y su área metropolitana.
En la noche del jueves fue traslado a la Clínica del Norte, donde se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos por la gravedad de su estado de salud.
