Calle 19 Sur # 3-05, barrio Las Palmas- Pitalito

En la tarde del 5 de febrero, un violento ataque sicario sacudió la tranquilidad del municipio de Pitalito, en el sur del Huila. Un hombre identificado como Ruberneider Rodríguez, conocido en la localidad como «Trincho», fue asesinado a plena luz del día en la salida sur del municipio. La víctima, quien se desplazaba a bordo de una camioneta Toyota Land Cruiser con placas LNQ-910, sufrió más de 13 impactos de bala que le causaron la muerte de manera inmediata.
Un ataque directo y sanguinario
De acuerdo con las autoridades, Rodríguez fue abordado por dos sujetos armados mientras circulaba por una de las principales vías de la salida sur de Pitalito. Los sicarios, sin mediar palabra, abrieron fuego contra él, disparando más de una docena de veces, asegurándose de que la víctima no tuviera oportunidad de escapar. Este ataque tan brutal y directo dejó claro el objetivo de los agresores: acabar con la vida de Rodríguez de manera rápida y certera.
Los testigos en la zona no pudieron hacer mucho ante la violencia del ataque, que ocurrió en plena tarde, cuando la calle estaba relativamente concurrida. A pesar de los esfuerzos por alertar a las autoridades rápidamente, Ruberneider Rodríguez no sobrevivió al ataque.
Posible ajuste de cuentas
Tras la muerte de Rodríguez, las autoridades realizaron una revisión de los antecedentes del hombre, descubriendo que tenía varios registros judiciales, lo que ha llevado a los investigadores a no descartar que el crimen haya sido un ajuste de cuentas relacionado con su pasado. La información sobre sus antecedentes no fue revelada en su totalidad, pero las autoridades indicaron que existían vínculos con actividades delictivas previas.
En este sentido, el homicidio no parece ser un hecho aislado, sino más bien el resultado de una venganza o un conflicto dentro de los círculos criminales. La muerte de Rodríguez es, por ahora, considerada parte de la ola de violencia que ha afectado a varias regiones del país, donde los ajustes de cuentas entre bandas delictivas y sicariato se han vuelto más frecuentes.
Fuga de los sicarios y búsqueda intensa
Después de cometer el asesinato, los sicarios emprendieron la huida en una motocicleta con dirección hacia Bruselas, un corregimiento cercano. Sin embargo, su escape no fue perfecto. En su huida, los agresores abandonaron la motocicleta en la vereda Santa Inés, para luego adentrarse en una zona boscosa, donde las autoridades iniciaron una intensa búsqueda para dar con su paradero.




