Las remesas que llegan a Armenia se han convertido en una fuente clave para el sostenimiento de miles de hogares y en un motor del comercio local. Según el Observatorio Económico de Armenia, estos flujos alcanzaron en el segundo trimestre de 2025 los $306.100 millones, con un crecimiento interanual del 17,2 %, consolidando a la capital quindiana como uno de los principales receptores de remesas en el Eje Cafetero.
El estudio revela que Estados Unidos aporta el 60,6 % y España el 23,8 % del total de remesas que llegan a los hogares de la ciudad, lo que evidencia una alta concentración geográfica. Este ingreso se destina, principalmente, a gastos de consumo y servicios locales, como el comercio minorista, los restaurantes y el transporte, donde el impacto se refleja casi de inmediato en las ventas y el empleo urbano.
La investigación muestra que por cada 1 % de aumento en remesas, el comercio y los servicios registran un crecimiento de hasta 0,9 %, reflejando una relación directa entre el dinero enviado por los migrantes y la dinámica de la economía cotidiana. Sin embargo, el estudio también advierte que los sectores industrial y de construcción no muestran el mismo beneficio, lo que sugiere que el efecto de las remesas se concentra en el corto plazo y en actividades de consumo.




