Luis Eduardo Motoa, conocido por su papel de Carlos Alberto Franco en la exitosa serie Padres e Hijos, ha tomado un rumbo diferente en su vida tras años de actuación constante. Ahora vive en Subachoque, Cundinamarca, disfrutando del contacto directo con la naturaleza mientras se dedica a labores de conservación ambiental, como jornadas de siembra de árboles.
Aunque ha reducido su visibilidad mediática, no ha abandonado del todo las artes. Motoa participa ocasionalmente en obras de teatro y acepta proyectos en televisión cuando surgen oportunidades que le inspiran. Define esta etapa como una “jubilación activa”, en la que busca equilibrio entre su vida personal, sus valores y su vocación artística.
En entrevista reciente afirmó estar satisfecho con esta decisión: disfruta de la tranquilidad del campo, reconoce que la fama y las exigencias del medio a veces pesan, pero valora la paz y la conexión con la vida rural. Para él, este modo de vida le ha permitido reconectarse consigo mismo, con sus raíces y con causas que le importan.




