Así es el infierno que sufren los venezolanos en la megacárcel de Bukele

Migrantes venezolanos relatan torturas, confusión y condiciones extremas en el Cecot, la prisión de máxima seguridad de Bukele
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Arturo Suárez, un migrante venezolano deportado desde Estados Unidos, recuerda con claridad su llegada al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), la megacárcel inaugurada en 2023 por el presidente Nayib Bukele. Su única petición fue conservar sus lentes. Sin embargo, según denuncia, los custodios se los rompieron tras una golpiza brutal que lo dejó inconsciente.

Cuando despertó, estaba en el módulo 8 del Cecot, el pabellón donde fueron recluidos 252 migrantes venezolanos deportados desde EE.UU. entre marzo y julio de 2025, separados de los pandilleros salvadoreños para quienes fue originalmente diseñada esta cárcel de máxima seguridad.

¿Por qué fueron enviados los venezolanos al Cecot?

El gobierno de Donald Trump argumentó que los migrantes deportados estaban vinculados al Tren de Aragua, una organización criminal venezolana que Washington ha catalogado como grupo terrorista extranjero. La decisión provocó críticas internacionales, especialmente tras las denuncias de violaciones de derechos humanos en El Salvador.

En palabras de Belarmino García, director del Cecot, los migrantes fueron recibidos con un mensaje aterrador:

“Bienvenidos al infierno, bienvenidos al cementerio de hombres vivos. Ustedes solo salen de aquí muertos”.

Tren de Aragua y TPS: la conexión que Trump usó para justificar las deportaciones

El Tren de Aragua surgió en Venezuela en 2014 y ha extendido sus operaciones por América Latina y Estados Unidos. Aunque muchos de los deportados niegan cualquier vínculo con la banda, fueron identificados como miembros por autoridades estadounidenses tras la revocación del Estatus de Protección Temporal (TPS) para venezolanos, medida tomada por la administración Trump el 5 de febrero de 2025.

¿Qué es el TPS y por qué fue eliminado?

El TPS protegía a casi 600.000 venezolanos de la deportación. Bajo el mandato de Joe Biden, muchos habían solicitado acogerse a este beneficio migratorio. No obstante, la nueva administración lo retiró para siete nacionalidades, incluidos los venezolanos, dejando a cientos en una situación legal vulnerable.

Testimonios desde el Cecot: condiciones infrahumanas y trato degradante

Mervin Yamarte, uno de los ocho migrantes entrevistados por BBC News Mundo, relató que fueron rapados al llegar y obligados a arrodillarse mientras los guardias los inmovilizaban. “Nos gritaron que nunca volveríamos a probar carne ni pollo”, contó.

Otro migrante, Edwuar Hernández, residente en Dallas y trabajador en una fábrica de tortillas antes de ser detenido, recuerda haber escuchado al director decir:

“Yo no soy nadie para juzgarlos. El que los juzgará es Dios”.

Las autoridades salvadoreñas han difundido imágenes oficiales de los migrantes en el Cecot, donde se les ve rapados, hincados y escoltados por guardias enmascarados, en una muestra de la rígida disciplina carcelaria promovida por Bukele.

La política de Bukele: entre la eficacia y las críticas internacionales

La megacárcel del Cecot fue inaugurada como símbolo de la lucha contra las maras, en un país que alguna vez lideró las tasas de homicidios en el mundo. La “mano dura” de Bukele ha reducido significativamente la violencia, pero también ha recibido numerosas denuncias por abuso de poder, arrestos arbitrarios y condiciones inhumanas.

Aunque el Cecot fue creado para pandilleros salvadoreños, hoy alberga también a decenas de venezolanos acusados sin juicio previo de pertenecer a grupos criminales, según sus propios testimonios.

¿Injusticia internacional o lucha contra el crimen?

El caso de los venezolanos deportados a El Salvador expone una peligrosa intersección entre política migratoria, lucha contra el crimen y derechos humanos. Mientras EE.UU. justifica las expulsiones por razones de seguridad, los testimonios de los migrantes apuntan a abusos sistemáticos en una cárcel pensada para otros fines.

La comunidad internacional sigue de cerca la situación, mientras las denuncias crecen. ¿Se trata de una política efectiva contra el crimen o de una nueva forma de criminalizar la migración?


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