Víctor López consiguió hacer del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, un éxito en redes sociales, con su Gobierno a base de «tuits«, y ahora ha hecho de TikTok la baza secreta para que el exalcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández, con 77 años, le dispute la Presidencia de Colombia a Gustavo Petro.
Y es que en pocos meses Hernández logró dejar atrás a hombres más curtidos en la política como Sergio Fajardo y Federico Gutiérrez, a quien se daba como el más probable rival de Petro en la segunda vuelta que se realizará el próximo 19 de junio.
“Al final, Colombia es un país de alrededor 51 millones de habitantes, con 82 % de población urbana, donde el 81,3 % tiene acceso a redes sociales«, dice en una entrevista con Efe López, un español cuya compañía diseñó la estrategia de comunicación que tiene al «ingeniero» a las puertas de la Casa de Nariño.
«¡Ganamos!», se leía el 4 de febrero de 2019 en la cuenta corporativa de Kayros Group, junto a una foto de López y Bukele. Ahora espera repetir la imagen el 19 de junio en una campaña cuyo protagonista comparte el mismo tono populista.
En esos 42 millones de colombianos, el fundador y presidente de la compañía vio «que la mejor manera de contactar a todos y cada uno de ellos» era a través de las redes sociales, en donde se hace una inversión mucho menor a la que demanda las vallas publicitarias y los espacios en televisión.
Al final, con Facebook en Colombia se puede llegar a 36 millones de usuarios, con YouTube a 30 millones, con Instagram a 18 millones, con Tik Tok a 14 millones y a 4,3 millones en Twitter, según este experto, que también ha estado en las campañas de Danilo Medina y Leonel Fernández, de República Dominicana, y con el vicepresidente Otto Sonnenholzner, que a último momento decidió renunciar a sus aspiraciones por la Presidencia de Ecuador.
López también diseñó para la campaña de Donald Trump lo relacionado con el voto latino, aterrizó en la campaña de Hernández el 30 de octubre del año pasado y desde ese momento desarrolló una sólida estrategia que le ha dado altos rendimientos políticos al candidato del movimiento Liga de Gobernantes Anticorrupción, un empresario multimillonario que ha conseguido meterse en segunda vuelta esgrimiendo la bandera de la anticorrupción, a pesar de estar involucrado en un caso de corrupción.
Su vinculación con la campaña del «Trump colombiano» se logró porque lo «llamaron de la campaña» en momentos en que estaba en El Salvador. «Ya me conocían«, asegura López, de 36 años.
A partir de ese momento y ya en Bucaramanga, comenzó a diseñar la estrategia de comunicaciones «siempre cuidando de no cruzar la línea del ridículo e incorporando el humor«.
Con la celeridad propia de unas elecciones se logró cambiar la imagen del candidato, se reorganizaron y fortalecieron los equipos de comunicación y darle una mayor visibilidad en el país, que era una de sus grandes debilidades, pues poco lo conocían.
El español cree que los mensajes que envía Hernández calan y recuerda que entre ellos está ofrecer créditos a los más pobres, donar su salario a estudiantes o convertir la Casa de Nariño en un museo. Lejos de consignas vacías e irrealizables, subraya que manda un mensaje «a la gente que quiere cambiar al país«.
Eso, unido a las promesas de suprimir todas las consejerías presidenciales, eliminar gastos como el uso de aviones, helicópteros, carros y la Casa de Huéspedes de Cartagena de Indias, llegan al público.
Además, el anuncio de que va a tomar posesión de su cargo en un pueblo de los más pobres de Colombia concuerda con sus principios de una política más austera y eso lo hace más cercano a la gente, explica el asesor.




