En Bucaramanga, los enfrentamientos entre bandas criminales que buscan apoderarse del microtráfico de drogas no cesan y en la tarde de ayer, 10 de junio, dos personas fueron asesinadas a tiros por el mismo motivo.
Uno de ellos fue un adolescente de tan sólo 19 años, que a su vez fue el objetivo principal de los asesinos que se desplazaban en motocicletas. La otra víctima fue identificada como una mujer de 63 años, que no tenía nada que ver con el incidente, pero que murió tras ser alcanzada en la cabeza por una bala perdida que rebotó en la pared de la terraza de su vivienda, donde se encontraba en el momento del tiroteo.
Las primeras investigaciones permitieron conocer que el homicidio lo cometieron integrantes de una banda criminal conocida como ‘Los de San Rafa’, quienes aparentemente están bajo las órdenes de un hombre conocido como alias ‘Pichi’, un temido y respetado delincuente del barrio Villa Helena, perteneciente a la Comuna 1 de Bucaramanga, donde ocurrió todo.
Testigos del hecho comentaron que estos delincuentes iban persiguiendo a Juan Sebastián Morales Rodríguez, como fue identificado el adolescente acribillado, desde un barrio conocido como Villa Rosa. El muchacho vivía en uno de los ranchitos de la calle 15 AN, a donde se dirigía en compañía de un amigo pero medio del camino fue interceptado por los asesinos quienes al principio sólo le apuntaron con el arma.
El joven y su acompañante lograron huir del ataque corriendo por la calle 16, en la primera etapa del barrio Villa Helena. Allí, justo cuando pasaban frente a la casa de Esperanza Calderón Naranjo, la mujer que murió a causa de la bala perdida, fueron alcanzados por los atacantes que le dispararon varias veces.
Los casquillos de las balas cayeron al suelo y los pistoleros celebraron que por fin habían dado en el blanco. Cuatro de las balas atravesaron el pecho y las piernas del jovencito, mientras que otras salieron sin dirección alguna, buscando aterrizar en lo primero que se cruzara en su camino.
Esperanza estaba sentada en una acera fuera de su casa cuando un proyectil rebotó en la pared y la golpeó en la cabeza. Los gritos fueron desgarradores, sus hijos, los vecinos, toda una multitud la rodeó y en medio del desespero la metieron en un vehículo particular junto a Juan Sebastián.
Pese que hicieron todo lo posible para que llegaran vivos al Hospital del Norte, ambos murieron en el camino.
Las autoridades están investigando este caso y esperan encontrar a los responsables de este doble homicidio lo más pronto posible.
