Shekinah Akbar se declaró culpable de asesinar a su propia hija en su apartamento en la localidad estadounidense de Marietta, Georgia, Estados Unidos. De acuerdo a las investigaciones, la niña pereció mientras le estaban realizando un exorcismo.
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El fiscal de distrito del condado de Cobb en Estados Unidos, Flynn D. Broady, informó este jueves sobre los avances del juicio. En tal sentido, aclaró que Akbar aceptó el cargo de homicidio grave, crueldad hacia los niños en primer grado y estrangulación por asalto agravado.
“Esta hermosa niña fue brutalmente torturada, mordida y abusada durante más de 12 horas por la única persona en el mundo que se supone que la ama incondicionalmente y la protege a toda costa”, dijo el juez del caso.
El juez manifestó su horror por el brutal crimen y condenó a Akbar a cadena perpetua. “Es insondable la traición que (su hija) debe haber sentido”, explicó.
Los hechos ocurrieron en 2020 cuando la policía llegó a la residencia de Akbar en Marietta, Estados Unidos. Los agentes encontraron a una niña de cinco años inconsciente con “moretones en todo el cuerpo y lesiones visibles en el cuello”. Akbar aseguró que sus vecinos torturaron y golpearon a su hija. Asimismo, afirmó que después las encerraron a ambas en el baño durante varias horas.
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Sin embargo, Akbar confesó más tarde y argumentó que le estaba haciendo un exorcismo a su hija. En ese sentido, admitió que la golpeó y mordió, además de haber puesto sus manos dentro de la boca de la pequeña. Después de su confesión, las autoridades detuvieron a Akbar y la acusaron formalmente de asesinar a su hija. La mujer presentó una declaración de locura, pero luego la retiró y alegó que estaba “mentalmente enferma”.




