La reciente ejecución de tres hombres vinculados a estructuras residuales de las FARC ha generado un remezón interno entre las disidencias que operan en el Caquetá. Más que un hecho aislado, el asesinato en la vereda Agua Linda, jurisdicción de La Montañita, se interpreta como un golpe que revela fracturas y luchas de poder al interior de estos grupos armados.
Las víctimas fueron identificadas como Andrés Orlando Ayala, alias ‘Cipriano Cortés’; Elkin Espinosa, hermano de ‘Alexis Guerras’ o ‘Cancharino’; y un tercer hombre conocido como ‘El Zarco’ o ‘Camilo’. Según las primeras hipótesis, el crimen habría sido perpetrado por dos escoltas de confianza de ‘Cipriano’, un hombre y una mujer que, tras cometer el ataque, huyeron presuntamente con una considerable suma de dinero en efectivo.
Este hecho, apuntan analistas de seguridad, podría desencadenar nuevas retaliaciones y una recomposición de fuerzas dentro de las disidencias, ya que las víctimas tenían influencia en las redes de control territorial y económico en la región. Aunque las autoridades aún no confirman las motivaciones exactas, el caso pone en evidencia la inestabilidad que domina a estos grupos armados ilegales y su impacto en la seguridad del departamento. Los cuerpos fueron sepultados el pasado 2 de agosto en zona rural de San Vicente del Caguán.
