Un hombre identificado como alias Arbey (también conocido con el nombre Óscar Emiro Pérez) fue asesinado el 16 de septiembre de 2025 en la región del Catatumbo, departamento de Norte de Santander, Colombia. El ataque fue reportado en la vía que une Tibú con el corregimiento de Campo Dos, en el sector conocido como Club de Leones.
Arbey conducía una camioneta Toyota Prado de alta gama cuando fue interceptado por hombres armados que le dispararon en varios momentos. Después de los disparos, su vehículo fue incendiado. Las autoridades locales y fuentes en terreno atribuyen esta acción a las disidencias del frente 33 de las FARC.
Quién era ‘Arbey’
- Era uno de los cabecillas buscados del ELN, con recompensa oficial del Ministerio de Defensa por datos que permitieran capturarlo (alrededor de 500 millones de pesos).
- Estaba implicado en varios hechos de violencia en el Catatumbo: asesinato de miembros de su propia comunidad, líderes campesinos, desapariciones, entre otros. Se le señala, entre otros hechos, como responsable de la muerte de las primas Guillín y del esposo de una de ellas, incidente ocurrido en abril; así como del homicidio de una joven de 16 años y la muerte de dos líderes campesinos en el sector Llano Grande.
Contexto más amplio
El Catatumbo ha sido una de las regiones más golpeadas por el conflicto armado colombiano, especialmente por la presencia histórica del ELN y de distintas disidencias de las FARC. Varias razones explican por qué la zona es tan disputada:
- Es fronteriza con Venezuela, lo que le da un valor estratégico para fronteras permeables, movilidad de armas, rutas de narcotráfico, contrabando, etc.
- Tiene presencia significativa de cultivos ilícitos (coca) y rutas de salida del estupefaciente, lo que la convierte en un actor importante de la economía ilegal.
- El Estado tiene presencia limitada en muchas zonas, tanto institucional como en capacidad para garantizar seguridad, lo que deja vacíos de poder que grupos armados ilegales intentan llenar.
En 2025 ha habido un marcado recrudecimiento de la violencia entre el ELN y las disidencias de las FARC en esta región. En choques, asesinatos, masacres y desplazamientos involucrados, se han visto afectados firmantes de los acuerdos de paz, lideres sociales, excombatientes, campesinos y pobladores vulnerables.
Ese enfrentamiento no solo intensifica la disputa territorial entre los grupos armados, sino que genera una grave crisis humanitaria: miedo, desplazamientos, interrupciones en la actividad económica local, inseguridad sistemática para las comunidades.
Reacciones y consecuencias
- Autoridades: si bien se ha comenzado la investigación sobre quiénes participaron en el ataque, los detalles oficiales difieren en cuanto al número de víctimas y los heridos, en parte porque algunas versiones locales apuntan a que cuerpos o personas heridas habrían sido trasladadas hacia territorio venezolano, lo que complica la verificación.
- Gobierno nacional y fuerzas de seguridad observan este tipo de hechos como parte de la estrategia de los grupos armados ilegales por controlar rutas y zonas estratégicas.
- Organizaciones de derechos humanos, comunidades locales, líderes sociales han denunciado que la situación en el Catatumbo ya estaba en un punto crítico, y que hechos como este reflejan debilidad institucional, riesgo para la paz, y la urgencia de una respuesta del Estado (desde presencia militar, seguridad comunitaria, acceso a justicia, protección de líderes locales).
- Potenciales consecuencias políticas: impacto en las negociaciones de paz con el ELN; presiones para reforzar las medidas de seguridad; críticas al gobierno por falta de control; demandas de las comunidades para que se reconozcan derechos y garantías básicas.
Por qué importa
- Porque muestra que las disputas territoriales entre grupos armados no son solo enfrentamientos militares: tienen un fuerte impacto sobre la población civil, que vive en medio del miedo, desplazamiento y el riesgo constante.
- Porque cobra relevancia la intersección entre los acuerdos de paz, los firmantes de los mismos, las ex-FARC, disidencias, y cómo esos compromisos no han garantizado paz o seguridad en las zonas donde la violencia ha resurgido.
- Porque llama la atención sobre la responsabilidad del Estado en controlar esas zonas, brindar seguridad, justicia, protección y atención humanitaria.
Vacíos o preguntas sin respuesta
- Número exacto de víctimas y heridos en el ataque. Versiones locales aluden a personas trasladadas, pero no hay confirmación oficial detallada.
- Participantes específicos: si bien se atribuye a las disidencias del frente 33 de las FARC, no se ha detenido públicamente a los responsables, ni se ha emitido un comunicado oficial claro de ese grupo con total responsabilidad.
- Verificación del traslado de cuerpos hacia Venezuela, si existió, y su razón.
- Qué medidas concretas tomará el gobierno para prevenir episodios similares en los territorios afectados.




