Bogotá, 8 de noviembre de 2025 — La investigación por el asesinato del joven universitario Jaime Esteban Moreno, de 20 años, arrojó nuevos detalles este viernes: uno de los presuntos agresores habría continuado con su rutina normal horas después de la golpiza, lo que ha generado una fuerte reacción de la sociedad y la exigencia de celeridad en las labores policiales.
Hechos
Moreno, estudiante de séptimo semestre de Ingeniería de Sistemas en la Universidad de los Andes, fue atacado en la madrugada del 31 de octubre de 2025, tras salir de una fiesta de Halloween en la discoteca Before Club, en la localidad de Chapinero, Bogotá. El ataque ocurrió luego de que dos hombres lo persiguieran y propinaran una golpiza brutal que le causó un trauma craneoencefálico severo, y horas más tarde falleció en el hospital.
La madrugada del hecho fue captada por cámaras de seguridad: uno de los agresores vestía el torso pintado de blanco, otro llevaba máscara de conejo.
Nuevo hallazgo: vestimenta y rutina del prófugo
De acuerdo con la información difundida por el medio Infobae Colombia y otros, uno de los presuntos agresores, Ricardo González Castro, de 22 años, natural de Cartagena, fue captado por cámaras al día siguiente del crimen ingresando a su puesto de comida rápida en el sector de San Victorino, en Bogotá, portando la misma ropa que vestía al momento de la agresión.
El testimonio de un trabajador del puesto señala que González “tenía raspaduras visibles en los dedos y en uno de los codos”, heridas que podrían concordar con los golpes propinados durante el ataque.
Ese mismo día, al mediodía, fue registrado por las videocámaras corriendo para salir del lugar. Desde entonces, su paradero es desconocido y las autoridades lo buscan activamente.
Estado procesal y roles de los implicados
Por su parte, Juan Carlos Suárez Ortiz fue capturado pocas horas después del ataque y la Fiscalía le imputó el delito de homicidio agravado.
El proceso avanza en los juzgados de Bogotá; sin embargo, la defensa de Suárez ha manifestado que “no hubo acuerdo previo para asesinar a Jaime Esteban” y que aún no se ha establecido inequívocamente la autoría material del golpe fatal.
Investigación: motivo, contexto y ambiente
La Fiscalía reveló que todo comenzó por una acusación —sin comprobación aún— de dos mujeres hacia la víctima, al interior de la discoteca. Una de ellas habría señalado que Moreno estaba haciendo “actos indebidos”, lo que motivó al agresor a iniciar la agresión.
Se investiga además el papel del establecimiento Before Club, su control de acceso y seguridad, en un contexto en el que la violencia nocturna en Bogotá ha sido señalada como creciente.
Reacción social y exigencia de justicia
El crimen ha generado consternación en la comunidad universitaria y en la ciudad: el alcalde Carlos Fernando Galán lo calificó como una “agresión cobarde” y prometió que los responsables serán llevados ante la justicia.
Organizaciones de estudiantes, familiares y amigos exigen que la captura del segundo agresor prófugo sea prioridad, y también piden que se revise la responsabilidad del local nocturno y del esquema de seguridad en zonas de diversión nocturna.
Desafíos de la investigación
- La captura de González Castro se complica dada su huida y el hecho de que cambió de lugar de residencia o sector.
- La defensa de Suárez plantea dudas sobre la valoración del material probatorio y sobre la existencia de dolo directo.
- Verificar si existía una correlación entre la acusación hecha contra la víctima y la reacción de los agresores, así como la posible premeditación del crimen, es clave para la calificación jurídica del homicidio.
- También se verá involucrado el análisis del establecimiento y sus protocolos de seguridad —tema que podría abrir puertas a responsabilidades civiles o administrativas.
Conclusión
La muerte de Jaime Esteban Moreno representa no sólo el trágico desenlace de una noche festiva, sino también la evidencia de cómo una agresión callejera en una zona de diversión nocturna puede terminar en homicidio. El hecho de que uno de los presuntos agresores, Ricardo González Castro, continuara su rutina al día siguiente con la misma ropa usada en la agresión, y luego huyera, ha despertado indignación y ha añadido complejidad a la investigación. Las autoridades están ante el reto de capturar al prófugo, asegurar evidencias y dar respuesta a una comunidad que exige justicia.




