Asesinato de líder indígena en Nariño genera tensión y posible bloqueo de la vía Panamericana

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Cauca – Nariño. El asesinato del taita Manuel Betancourt, ocurrido el pasado sábado 12 de abril en el municipio de Yacuanquer (Nariño), ha encendido las alarmas en el suroccidente colombiano. La Confederación de Territorios Naciones Originarias de Colombia advirtió que, si el Gobierno nacional no se presenta en la población de La María, Piendamó, para entablar un diálogo, podrían bloquear nuevamente la vía Panamericana en plena Semana Santa.

El líder indígena, quien se desempeñaba como vicegobernador de una de las comunidades del pueblo Quillasinga, fue atacado por sicarios en hechos que aún están bajo investigación. Su muerte provocó un fuerte pronunciamiento por parte de las organizaciones indígenas, que exigen garantías de seguridad y respeto a sus derechos territoriales y culturales.

“Rechazamos y condenamos este vil asesinato. Le exigimos al Gobierno protección real para nuestros líderes. No podemos seguir enterrando a nuestros taitas y autoridades mientras el Estado guarda silencio”, manifestó Edwin Chaves, representante de la Confederación.

Amenaza de bloqueo y divisiones internas

El hecho generó una advertencia directa de movilización en la carretera Panamericana, único corredor vial que comunica a Pasto y el sur del país con el resto del territorio nacional. Las comunidades advierten que si no hay presencia del Estado para entablar un diálogo formal, se reactivarán los bloqueos en este importante eje vial.

La situación, sin embargo, tomó un giro inesperado cuando surgieron divisiones internas entre organizaciones indígenas del municipio de Yacuanquer. El Cabildo Indígena Quillasinga de Yacuanquer emitió un comunicado negando que Manuel Betancourt hiciera parte de su comunidad, aunque expresaron solidaridad con su familia y exigieron justicia por el crimen.

Horas más tarde, el gobernador de la Comunidad Indígena Yacuanquer – Pueblo Quillasinga, Libio Antonio Betancourth, contradijo esa versión y confirmó que la víctima sí pertenecía a su comunidad. También aclaró que en el municipio existen dos organizaciones indígenas diferentes, lo cual ha generado confusión en la opinión pública y evidencia una fractura entre los movimientos comuneros.

Un llamado urgente al diálogo

En medio del dolor y la indignación, los líderes indígenas reiteraron su llamado al Gobierno para instalar una mesa de concertación en La María, donde se puedan discutir medidas de protección a sus autoridades y territorios.

“No es posible que la muerte siga siendo el precio por alzar la voz. Este no es solo un crimen, es un ataque a nuestra identidad y autonomía como pueblos originarios”, señalaron desde la Confederación.

Mientras tanto, las autoridades locales y nacionales aún no se han pronunciado oficialmente sobre el riesgo de nuevos bloqueos, pero la tensión aumenta en la región a pocas horas de que se inicien los desplazamientos masivos por Semana Santa.


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