Las autoridades judiciales del municipio de Inzá ubicado al Oriente del departamento del Cauca, confirmaron el asesinato de un líder juvenil. Según los entes competentes, el lamentable hecho de sangre e intolerancia se habría presentado en horas de la madrugada en las afueras de un establecimiento público.
Identidad
Uno de los funcionarios indicó que la víctima fue identificada como Juan Daniel Quintero Lizcano quien hacía parte de la Asociación Campesina de Inzá Tierradentro. Al igual se pudo establecer que el líder campesino residía en la vereda La Palmera. “Era una persona comprometida con la lucha justa, un ciudadanos que se preocupaba por el bienestar de las comunidades campesinas. Trabajó en varios procesos y espacios comunitarios, deseaba un país equitativo para la niñez y la juventud colombiana”, indicaron algunos compañeros.
Lo ocurrido
En cuanto al crimen, algunas personas indicaron que Juan Daniel Quintero Lizcano fue atacado con arma blanca por otro sujeto cuando se encontraba departiendo con otros amigos en la vereda Pedregal distante a 50 minutos del casco urbano. “No sabemos los motivos que originaron la riña, lo triste es que la gente que presenció el caso no hizo nada por evitar la tragedia. Además, cuando vieron al compañero mal herido, tampoco tuvieron el valor de llevarlo a un centro asistencial”.
Diligencias
El cuerpo fue ingresado sin signos vitales a las instalaciones del hospital de Inzá donde personal de actos urgentes de la Sijin se encargaron de llevar a cabo la inspección técnica de cadáver. En los procedimientos legales se evidenciaron heridas por arma cortopunzante en la región del tórax y abdomen. “Nos sumamos a las voces de exigencia de justicia ante los hechos y hacemos un llamado al estado colombiano para que genere sistemas de seguridad y bienestar social basado en la construcción de paz en especial para los jóvenes de las zonas campesinas y populares”, enfatizaron algunos líderes de la zona.
Gran pérdida
El cuerpo fue entregado a sus dolientes quienes lo llevaron hasta la vereda La Palmera donde llevaron a cabo su velación en compañía de líderes y demás dolientes. Posteriormente, sus restos mortales fueron conducidos hasta el Campo Santo donde le dieron su último adiós. “Hemos perdido un gran ser humano. Una persona que a pesar de su corta edad luchaba por las necesidades de los campesinos. Hoy sabemos que goza del Reino de los Cielos”.