Las balas asesinas acabaron con los sueños del artista Alexis Zemanate, un joven de tan solo 35 años que anhelaba ser uno de los mejores intérpretes de la música popular. “Era una persona alegre, con un enorme talento a la hora de cantar. Se caracterizó por ser polifacético, a la hora de subirse al escenario, sacaba lo mejor de su repertorio. Una particularidad que tenía era la de cantar temas del Caballero Gaucho. Decía que eso lo llenaba, lo satisfacía”, indicó uno de sus amigos.
Quien era
El compañero agregó que Alexis Zemanate era padre de una niña a quien también le encanta cantar. “Su hija Valeria queda huérfana de padre por culpa de la maldita inseguridad y violencia que se vive a diario acá en el Bordo, Patía. Una localidad abandonada por el gobierno municipal y departamental. Políticos que únicamente se aparecen en elecciones pero en cuestión para trabajar por el bienestar de las comunidades no hacen absolutamente nada”.
Gran pérdida
El ciudadano en medio del dolor expresó que El Patía ha perdido un gran ser humano, un hombre con una capacidad extraordinaria de llevar alegría a todos los rincones del Cauca y Colombia. “Él hizo varias presentaciones en distintos corregimientos y veredas. Donde iba, era bien recibido. La gente le gustaba escucharlo porque tenía un variado repertorio. Cantaba música de Luis Alberto Posada, Alzate, El Charrito Negro, Darío Gómez, Jhony Rivera y música norteña como la de los Bacanes del Sur”.
Investigan
En cuanto al crimen de Alexis Zemanate, las autoridades judiciales adelantan las investigaciones para poder esclarecer los motivos y causas por las cuales fue ultimado. La comunidad rechazó el hecho y pidió que el caso no vaya a quedar impune y que los responsables del crimen sean capturados lo más pronto posible para que les caiga todo el peso de la ley.
Despedida
“Cuando muere el artista que cantaba la música de tu vida deja atrás una tristeza que pocos podrán comprender. Ese talentoso se ha llevado consigo una parte de ti. No habrá más canciones suyas, no habrá conciertos a los que acudir. Su marcha lleva consigo la aceptación repentina de lo que podría ser y no será. Se lleva todo un mundo de sueños, deseos y posibilidades. Y es que muchas veces no solo se va el músico… con su música. Muchas veces se va la persona que ha sabido transcribir tus pensamientos y sentimientos más profundos”, indicó uno de sus colegas.
