Habitante de la calle fue herido por sicarios que se desplazaban en bicicleta
Por Arley Daza
Ayer en horas de la noche, sicarios en bicicleta atentaron contra la vida de Carlos Alberto Manrique, reconocido habitante de calle. El hecho ocurrió en el barrio Atalayas en la localidad de Bosa, al sur de la ciudad cuando, según testigos, dos sujetos en bicicleta se acercaron a Manrique disparándole en tres oportunidades, tras lo cual emprendieron la huida sin que ni la ciudadanía ni las autoridades pudieran detenerlos.
Manrique, reconocido en el barrio por el apodo de “Chitos”, falleció en un centro asistencial por la gravedad de sus heridas. Años atrás, Manrique ya había sido víctima de un atentado en el que sicarios lo hirieron en una pierna. A través de las redes sociales, la comunidad del sector ha lamentado el fallecimiento de la víctima cuestionando si el hecho tuvo que ver con un posible caso de “limpieza social”.
“Nos libraba de atracadores en el barrio. Que triste es muy doloroso lo que sucedió”, es uno de los tantos mensajes de solidaridad que se pueden leer sobre el asesinato de “Chitos” quien, además, cuidaba con esmero a varios perritos que lo acompañaron durante años en su travesía por las calles capitalinas.
Levantamiento e investigación
El cuerpo fue descubierto por varios transeúntes que, al percatarse de la situación, alertaron de inmediato a las autoridades. Estas llegaron al lugar para iniciar las investigaciones pertinentes y esclarecer las circunstancias que rodean su asesinato. Hasta el momento, se desconocen las causas exactas de su muerte.
Posible sicariato por “limpieza social”
Según versiones de algunos vecinos del sector, las probables causas del asesinato de “Chitos”, estarían relacionadas con la mal llamada “limpieza social”, práctica letal utilizada por delincuentes de “bien” que ven en la matanza de cierto tipo de personas una opción viable para luchar contra la degradación social encarnada en la presencia de drogadictos, atracadores y/o desviados sexuales.
La “limpieza social” pone de presente la consideración acerca de que existen unos sujetos que ponen en peligro a la sociedad y otros que están en peligro. Esto configura una escala de valor de la vida, reflejo de la desigualdad estructural de nuestra sociedad.




