Indígenas exigen justicia
La comunidad indígena de Toribío denunció el asesinato de Alberto Quitumbo Yatacue, comunero y Kiwe Thegnas (guardia indígena), quien fue atacado a disparos frente a su vivienda en la madrugada del lunes. Su muerte ha generado conmoción entre las autoridades ancestrales y defensores de derechos humanos, quienes exigen justicia y medidas urgentes para frenar la violencia en la región.
Según un comunicado de las autoridades indígenas, Quitumbo Yatacue había recibido amenazas debido a su labor en defensa del territorio y su rechazo a la presencia de grupos armados. Su trabajo de acompañamiento a las comunidades y autoridades tradicionales lo convirtió en un blanco de quienes buscan desestabilizar los procesos organizativos indígenas mediante el uso de la violencia.
La comunidad rechazó el crimen y responsabilizó a los actores armados que operan en la zona. «Reiteramos nuestro compromiso con la defensa de la vida y la protección territorial y exhortamos a todos los actores a cesar la violencia y buscar caminos de reconciliación», expresaron las autoridades en su comunicado. Además, hicieron un llamado a organismos de derechos humanos, tanto nacionales como internacionales, y a los medios de comunicación para visibilizar la crisis que enfrentan los pueblos indígenas en la defensa de sus territorios.
Este asesinato ocurre en un contexto de creciente violencia en el Cauca, donde los ataques contra líderes comunitarios y autoridades indígenas han aumentado en los últimos meses. Organizaciones sociales han advertido sobre el riesgo al que están expuestos los defensores del territorio, exigiendo al Estado mayores garantías de protección y cumplimiento de los acuerdos de paz.
En su última publicación en redes sociales, Quitumbo Yatacue dejó un mensaje que hoy resuena con tristeza: “Estoy casi muerto y ojalá el día que mi corazón deje de latir la persona que lo acusó no venga con sus falsedades”. Sus palabras reflejan el temor y la difícil realidad que enfrentan quienes defienden sus comunidades.
