La violencia volvió a teñir de luto a Pitalito. La mañana del miércoles 1 de octubre, el excandidato al Concejo Municipal y miembro de la red de apoyo Fénix, Ferney Inchima Muñoz, fue asesinado en medio de un intento de hurto perpetrado en un costado de la iglesia Juan Pablo II, ubicada en el barrio Madelena. El hecho ha causado profunda indignación y reabre el debate sobre la inseguridad que persiste en el municipio.
El ataque
Según versiones preliminares, Inchima se encontraba en la zona cuando fue abordado por un sujeto identificado con el alias de “Kevin”, quien, presuntamente, intentó despojarlo de sus pertenencias. La víctima portaba un arma traumática con la que habría intentado defenderse del asalto, pero el delincuente reaccionó de inmediato disparándole en el tórax.

Aunque transeúntes lo auxiliaron y fue trasladado al Hospital Departamental San Antonio, los esfuerzos médicos resultaron infructuosos: Ferney Inchima falleció minutos después de su ingreso, producto de la gravedad de las heridas.
Perfil de la víctima
Ferney Inchima no solo era recordado por su aspiración política, sino también por su liderazgo comunitario dentro de la red de apoyo Fénix, una organización ciudadana que acompañaba procesos de seguridad en diferentes sectores de Pitalito. Su muerte deja un vacío en los espacios sociales y vecinales donde promovía la participación ciudadana y la construcción de tejido social.
Autoridades en la mira
El crimen ocurre en un contexto de creciente preocupación ciudadana frente a la inseguridad. El alcalde de Pitalito, Yider Luna Joven, ha manifestado que la administración está trabajando “calle a calle, esquina a esquina, en las veredas y corregimientos como Bruselas, Guacacallo y La Laguna” con apoyo de la fuerza pública.
Sin embargo, los discursos oficiales contrastan con la realidad de los habitantes, quienes aseguran que la delincuencia sigue actuando sin freno y que los operativos, aunque visibles, no generan la tranquilidad esperada. El asesinato de Inchima refuerza esa percepción y plantea la necesidad de estrategias más efectivas que prioricen la prevención antes que la reacción.
En zozobra
La muerte del excandidato reabre la herida de una comunidad que siente que la violencia se está normalizando. Los habitantes del barrio Madelena, testigos del hecho, expresaron temor por la forma en que la criminalidad se impone en espacios cotidianos y de tránsito familiar.
El asesinato de Ferney Inchima se convierte en símbolo del desafío que enfrenta Pitalito: combatir una delincuencia cada vez más violenta y armada. Mientras tanto, la ciudadanía clama porque este caso no quede en la impunidad y se convierta en un punto de inflexión para replantear la seguridad en el municipio.
