El flagelo de la violencia continúa afectando gravemente al norte del departamento del Valle del Cauca. Esta vez, el municipio de Cartago fue el escenario de un lamentable crimen que ha consternado a la comunidad local. El hecho ocurrió en el barrio San Nicolás, donde fue asesinado un hombre de 70 años identificado como Carlos Francisco Naranjo.
Hecho
Según los primeros reportes, el señor Naranjo se encontraba en los alrededores de la Carrera 9 entre las calles 8 y 9 del mencionado sector, cuando sujetos desconocidos llegaron repentinamente al lugar y sin mediar palabra, sacaron un arma de fuego y le dispararon a quemarropa. El violento ataque lo dejó gravemente herido, tendido sobre el pavimento. Los agresores huyeron de inmediato sin dejar rastro. Al escuchar las detonaciones, varios habitantes del sector salieron de sus viviendas para ver qué ocurría y se encontraron con la escena desgarradora. Algunos intentaron auxiliarlo, pero ya era demasiado tarde ya que no presentaba signos vitales. Poco después, patrullas de la Policía Nacional llegaron al lugar de los hechos, seguidas por unidades del Cuerpo Técnico de Investigación CTI de la Fiscalía, quienes realizaron la inspección técnica del cadáver y el levantamiento correspondiente. Actualmente, el ente judicial adelanta las investigaciones necesarias para esclarecer los móviles del homicidio y dar con el paradero de los responsables.
Vida
Francisco Naranjo era un hombre ampliamente conocido en el barrio, donde vecinos lo recuerdan como una persona tranquila, que se ganaba la vida vendiendo dulces. Muchos coinciden en que era un rostro familiar para todos, siempre con una palabra amable y un gesto cordial. Su asesinato ha generado profunda tristeza entre familiares, amigos y vecinos que hoy se preguntan por qué alguien querría hacerle daño a una persona sin conflictos aparentes, y dedicada al trabajo honrado. El hecho ha vuelto a poner en evidencia la preocupante situación de seguridad que enfrenta el norte del Valle del Cauca. A pesar de los esfuerzos de las autoridades, los actos de violencia siguen presentándose de forma frecuente, incluso en lugares donde se presume debería haber mayor control. Este crimen ha dejado entrever no solo el accionar impune de los violentos, sino también la vulnerabilidad en la que se encuentra la población civil, incluso la más indefensa. La comunidad exige respuestas, justicia y acciones contundentes que permitan frenar la ola de homicidios.
