Una vez más, el licor, las armas de fuego, y los impulsos de violencia, se hacen presentes en el departamento del Valle, esta vez en la ciudad de Tuluá donde cerrando el fin de semana la muerte se volvió a presentar para llevarse al más allá a un hombre muy querido por su gente, ese mismo que entra en el extenso listado de decesos por ataques con arma de fuego.
Lo que era una fiesta entre amigos se tornó en tragedia cuando en medio de una discusión, fue herido con arma de fuego Diego Fernando Jiménez Soto, en hechos ocurridos en el antejardín de una vivienda ubicada en el barrio Siete de Agosto, en Tuluá.
La víctima del hecho de intolerancia, de 30 años de edad, alcanzó a ser trasladada aún con vida a un centro médico, donde falleció minutos después de su ingreso. Luego de cometido el crimen, el agresor, cuya identidad no sido revelada, fue capturado por agentes de policía y puesto a disposición de la autoridad competente para la legalización de su captura.
