Cartagena del Chairá atraviesa una profunda conmoción tras la llegada del cuerpo de Jairo Álvarez Ruiz, conocido cariñosamente como “Guasca”. Tenía 51 años y fue asesinado el pasado 28 de julio en Leticia, Amazonas, en circunstancias que aún son materia de investigación por parte de las autoridades. Sin embargo, se presume una posible retaliación de grupos armados por el modus operandi y los ingredientes de modo, tiempo y lugar en los hechos. Su partida ha generado un sentimiento colectivo de tristeza entre quienes lo conocieron como un hombre trabajador, amable y comprometido con su comunidad.
Traslado
Luego de las diligencias judiciales en el departamento del Amazonas, el cuerpo de Álvarez Ruiz fue trasladado hasta su tierra natal. Familiares, amigos y vecinos lo esperaban con muestras de afecto y solidaridad, reflejando el aprecio que se había ganado a lo largo de los años. La Funeraria La Nueva Esperanza se convirtió en el epicentro del duelo, donde decenas de personas se acercan para darle el último adiós y acompañar a su familia en este difícil momento.
Recuerdo
Además de su actividad comercial, “Guasca” se destacó por su carácter alegre y solidario. Su apodo se convirtió en símbolo de cercanía, pues así lo llamaban quienes compartían con él a diario. “Siempre tenía un consejo, una palabra amable o una broma para sacar una sonrisa”, relatan allegados que aún no comprenden cómo un hecho de violencia pudo arrebatarle la vida a alguien tan apreciado.
Despedida
Las exequias se realizarán mañana, 2 de agosto, a las 9:00 a. m., en Cartagena del Chairá. Se espera que la comunidad asista masivamente a la ceremonia religiosa y al posterior sepelio, como muestra de respeto y cariño hacia un hombre cuya ausencia deja un vacío profundo. Las autoridades locales también manifestaron su solidaridad, reconociendo el impacto emocional que este crimen ha causado en la región.
Solidaridad
El asesinato de Álvarez Ruiz se suma a la creciente ola de violencia que afecta a varias zonas del país, situación que ha encendido nuevas voces de rechazo. Amigos y líderes comunitarios han pedido a las autoridades esclarecer el caso y garantizar justicia, para que su muerte no quede en la impunidad. “No podemos seguir perdiendo vidas valiosas”, expresaron.
Homenaje
Desde esta casa editorial enviamos nuestras más sinceras condolencias a sus familiares y amigos. Su legado, construido a través del trabajo honesto y la solidaridad, permanecerá vivo en la memoria colectiva de Cartagena del Chairá. Mientras el pueblo le rinde homenaje, el recuerdo de “Guasca” se convierte en símbolo de resistencia frente a la violencia que continúa golpeando a las comunidades colombianas.
