Oswaldo Mauricio Alape, quien fue elegido como alcalde de Coyaima en las elecciones de octubre de 2023, presentó una acción de tutela ante el Consejo de Estado en un último intento por mantenerse en el cargo. La tutela, interpuesta el pasado lunes, busca suspender las elecciones atípicas programadas para el próximo 18 de mayo y revertir la decisión que anuló su elección por presunta doble militancia.
La acción judicial surge meses después de que la Sección Quinta del Consejo de Estado revocara el fallo del Tribunal Administrativo del Tolima y declarara nulo el acto de elección de Alape. La demanda electoral en su contra argumentó que militó en el Partido Liberal hasta mayo de 2023, lo que habría impedido recibir el aval del Partido Conservador para las elecciones de octubre del mismo año, al no respetar los plazos mínimos de renuncia y desvinculación exigidos por la ley.
Ahora, el magistrado Milton Chaves García deberá analizar si la tutela tiene fundamento suficiente para revertir esa decisión. Según algunas fuentes, la defensa de Alape argumentará la presunta vulneración de derechos fundamentales, entre ellos el derecho a elegir y ser elegido.
De ser admitida y fallada a su favor, la tutela podría tener un efecto inmediato: frenar los comicios atípicos convocados para el 18 de mayo. Esta posibilidad ha generado incertidumbre en el ambiente político local, donde varios aspirantes ya oficializaron sus candidaturas. Es el caso de Luis Orlando Ortiz, conocido como ‘Pirinolo’, quien cuenta con el aval del Partido Liberal, y Carlos Andrés Tovar Otavo, candidato por el Partido Conservador.
Ambos candidatos habían intensificado sus campañas en el municipio, confiando en la ejecución del calendario electoral. Sin embargo, si prospera la tutela, las elecciones podrían ser suspendidas temporal o definitivamente, y Alape podría regresar al despacho hasta finalizar su mandato en 2027.
La situación de Alape recuerda el caso del alcalde de Prado, José Jadel Flórez Serrato, a quien también se le anuló su elección en segunda instancia. No obstante, una tutela posterior le permitió regresar al cargo y culminar su periodo. Ese antecedente genera expectativas en Coyaima, donde la tutela presentada por Alape podría convertirse en el “milagro” que necesita para recuperar su investidura.
Mientras tanto, la decisión queda en manos del Consejo de Estado, que deberá resolver si prevalecen los derechos fundamentales alegados o si se mantiene la nulidad que dio paso a unas nuevas elecciones.




