Tras el atentado con explosivos ocurrido el pasado lunes, que dejó un boquete en el puente de Portugal en el municipio de Patía, las comunidades del sector de la cordillera han logrado reabrir el paso en este importante viaducto. La explosión había dejado el puente inutilizable, lo que obligó a los transportadores y motociclistas a utilizar rutas alternas como La Fonda – Olaya Balboa – El Estrecho, lo que generó inconvenientes debido a la longitud del tramo y los altos costos de transporte.
Falta de garantías
El malestar en las comunidades de la zona no tardó en surgir debido a las dificultades adicionales que las rutas alternas representaban. En respuesta, los habitantes decidieron realizar un esfuerzo colectivo para rellenar el socavón con tierra, con el fin de restablecer el paso vehicular. Sin embargo, el paso solo está habilitado para vehículos livianos, según lo indica un letrero colocado en el puente, lo que limita el tránsito a ciertos tipos de transporte.
La comunidad, aunque satisfecha por haber restablecido el paso, sigue preocupada por la seguridad del puente. Se espera la llegada de una comisión técnica de las autoridades competentes que se encargue de evaluar los daños estructurales causados; además surge la pregunta frente a qué garantías ofrece la Administración Municipal dirigida por Jhon Jairo Fuentes, quién expuso mediante redes sociales el estar “buscando soluciones” junto al Gobierno Departamental.
El incidente ha puesto en evidencia no solo los riesgos de violencia en la región, sino también la capacidad de las comunidades para unirse en momentos de crisis. A pesar de las dificultades, la colaboración local ha permitido mantener la conectividad en una zona tan importante para el transporte de bienes y personas, mientras se aguarda la intervención oficial para asegurar la estabilidad y seguridad del puente de Portugal.
