Arroceros huilenses con apoyo legislativo

El senador Carlos Julio González lidera comisión del Senado para vigilar acuerdos con arroceros del Huila y buscar soluciones a la crisis agrícola.
El senador Carlos Julio González lidera comisión del Senado para vigilar acuerdos con arroceros del Huila y buscar soluciones a la crisis agrícola.
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El Senado de la República decidió meter la cuchara en un tema que al Huila le toca el bolsillo y el plato: la crisis arrocera. La propuesta, liderada por el senador huilense Carlos Julio González Villa, dio vida a la Comisión Accidental de Seguimiento a los Acuerdos con los Arroceros, oficializada mediante la Resolución No. 013 de 2025. No es un detalle menor: el Huila es uno de los mayores productores del país y sus campesinos llevan años pidiendo auxilio ante precios bajos, insumos caros y promesas que se enfrían más rápido que un almuerzo olvidado.

Funciones claves

La comisión, integrada por nueve senadores y coordinada por González Villa, se encargará de vigilar los acuerdos alcanzados en las mesas de negociación de 2024 y 2025, asegurar que se cumplan, y proponer salidas de fondo. Además, servirá de puente entre el Gobierno Nacional y los productores, evitando que la comunicación se pierda en la maraña burocrática. “Este Congreso tiene una responsabilidad histórica con nuestros campesinos y con la seguridad alimentaria del país”, señaló el senador, recordando que sin campo no hay ciudad.

Expectativa en el campo

En el Huila, donde el arroz no es solo cultivo sino sustento de miles de familias, la expectativa es alta. Sin embargo, los productores mantienen la cautela: ya han visto comisiones que arrancan con fuerza y terminan en el olvido. Ahora esperan que esta no sea otro titular bonito, sino una herramienta real para frenar la crisis.

Con nombres como Esperanza Andrade, Jael Quiroga, Alirio Barrera, Oscar Barreto, Ana Paola Agudelo, Miguel Barreto, Sonia Bernal y Richard Fuelantala, la tarea está servida. El reto: que el Senado pase del discurso a la acción, antes de que la próxima cosecha se pierda entre el abandono y la deuda.


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