En los últimos meses, embarcaciones comerciales y pesqueras que transitan por aguas del Pacífico colombiano, especialmente cerca del puerto de Buenaventura, han sido blanco de constantes asaltos perpetrados por grupos armados ilegales. La situación ha generado preocupación entre empresarios, pescadores y autoridades locales.
Ante este panorama, la Armada Nacional decidió intensificar sus acciones y lanzó oficialmente la operación San Buenaventura, una estrategia integral para combatir la inseguridad marítima en una de las zonas más importantes del país en términos logísticos y económicos.
La operación fue anunciada como respuesta directa al aumento de estos delitos, que amenazan no solo la economía regional, sino también la integridad de los tripulantes que navegan a diario por esta ruta clave del Pacífico.
Estrategia
La operación San Buenaventura contempla un despliegue sostenido de unidades navales en puntos estratégicos del litoral, así como patrullajes constantes en alta mar para prevenir los abordajes ilegales por parte de bandas criminales.
Además, se han instalado puestos de control marítimos temporales y se reforzó la presencia de personal especializado en áreas de alta incidencia, con el objetivo de garantizar una reacción inmediata ante cualquier amenaza.
De igual forma, se han intensificado los trabajos de inteligencia naval para identificar las rutas usadas por los grupos delictivos, así como los métodos que emplean para interceptar las embarcaciones y despojarlas de su carga.
Vigilancia
Según lo informado por la Armada, las acciones se centran tanto en la prevención como en la disuasión, incluyendo sobrevuelos de reconocimiento y acompañamiento a ciertas embarcaciones consideradas vulnerables durante sus trayectos.
Los patrullajes también se han extendido a los ríos cercanos que conectan con el mar, rutas frecuentemente utilizadas por las redes criminales para evadir los controles marítimos. Esto permite ampliar el espectro de protección y bloquear posibles vías de escape.
La operación cuenta además con el apoyo de la Dirección General Marítima (Dimar) y la Capitanía de Puerto, entidades que coordinan esfuerzos con la comunidad portuaria y los gremios productivos del litoral.
Reacciones
Representantes del sector pesquero celebraron el anuncio de esta operación, aunque insistieron en la necesidad de mantenerla de forma constante y no como una respuesta temporal. “La seguridad no puede ser solo por temporadas. Vivimos con miedo cada vez que salimos al mar”, expresó un líder del gremio.
Por su parte, comerciantes del puerto de Buenaventura señalaron que los robos en altamar también han afectado la confianza de los inversionistas, por lo que el respaldo de la Armada representa un alivio importante.
Las autoridades regionales manifestaron su apoyo a la operación y reiteraron que se necesita trabajo articulado entre Gobierno, Fuerza Pública y sector privado para devolverle la seguridad al Pacífico colombiano.
Compromiso
En un comunicado oficial, la Armada Nacional reafirmó su compromiso con la protección de la soberanía marítima y la seguridad de quienes trabajan en el mar. Aseguraron que seguirán investigando hasta dar con los responsables de los recientes asaltos.
También hicieron un llamado a las comunidades costeras para que denuncien cualquier movimiento sospechoso o actividad irregular que pueda estar relacionada con bandas delictivas.
La operación San Buenaventura se mantendrá activa de manera indefinida, evaluando resultados constantemente y ajustando las estrategias en función del comportamiento de los grupos delincuenciales.
Con esta medida, las autoridades buscan no solo frenar los asaltos, sino también enviar un mensaje claro de que no se permitirá que el crimen se adueñe del mar colombiano.




