Las comunidades rurales del municipio de Argelia, Cauca, han manifestado su temor ante la posibilidad de que el Ejército se retire de la zona. Según líderes locales, la presencia de la Fuerza Pública ha sido un freno para la expansión de los grupos armados ilegales que operan en la región.
“Sabemos lo que pasa cuando el Estado se va: la guerra vuelve y somos nosotros los que sufrimos”, afirmó un campesino de la zona. La preocupación se ha hecho más evidente en los últimos días, luego de protestas y bloqueos en los que sectores de la población han exigido el retiro del Ejército.
Por su parte, organizaciones defensoras de derechos humanos advierten que la militarización no es la única respuesta y que se deben buscar soluciones integrales que atiendan las necesidades de las comunidades. En tanto, el Gobierno evalúa las condiciones de seguridad en la región y sostiene que cualquier decisión deberá garantizar la protección de la población civil.
El Cauca sigue siendo una de las zonas más afectadas por la violencia en el país, con disputas entre grupos ilegales por el control del territorio y economías ilícitas, lo que ha puesto en el centro del debate la estrategia de seguridad en la región.
