La inseguridad en la Capital Diocesana, tanto en la zona urbana como rural, se ha desbordado en las últimas semanas, convirtiéndose en un problema de gran preocupación para los habitantes de la región.
Los atracos, asaltos y extorsión se han vuelto frecuentes, afectando la tranquilidad de la comunidad y generando temor entre los residentes. Los últimos incidentes han dejado en evidencia la creciente violencia en el municipio, que parece estar fuera de control.
Asalto armado en vía pública
Ayer en horas de la mañana, Andri Motta Pimentel fue víctima de un brutal asalto mientras se desplazaba en su motocicleta desde la Vereda Los Sauces hacia el casco urbano de Garzón.
Motta fue interceptada por delincuentes armados, quienes la intimidaron con armas blancas y la agredieron con varios cortes en su rostro y cuerpo. La víctima fue rápidamente trasladada al Hospital San Vicente de Paúl, donde los médicos confirmaron que las heridas no fueron de gravedad, pero sí requirieron atención urgente. La joven se recupera satisfactoriamente del gran susto y las lesiones.
Robo de motocicleta y celular
Durante el asalto, los delincuentes no solo agredieron a Motta, sino que también le robaron su motocicleta Crypton de color negra, con placa LPL-22B, y su celular. El robo de vehículos y pertenencias personales se ha convertido en una preocupación creciente en Garzón, y este nuevo caso subraya la urgente necesidad de aumentar las medidas de seguridad en el municipio.
Robo en El Pital
El clima de inseguridad también se ha extendido a las zonas rurales de Garzón y sus alrededores. En la Vereda Chorrillos, ubicada en el perímetro rural del municipio de El Pital, otro caso de robo de motocicleta se registró.
Según los testigos, dos individuos armados interceptaron a los ocupantes de una motocicleta DR 150 que se desplazaban por la vía que conduce al municipio de La Plata. Los asaltantes intimidaron a las víctimas con armas de fuego y las obligaron a entregar el vehículo.
Preocupación por la falta de control
Los recientes hechos de inseguridad han generado una creciente preocupación en la comunidad de Garzón. Los habitantes aseguran que la situación ha llegado a un punto crítico y temen que la violencia siga en aumento. La falta de presencia policial efectiva y la escasa respuesta de las autoridades ante estos hechos de delincuencia han dejado a los ciudadanos desamparados, especialmente en las zonas rurales, donde los asaltantes aprovechan la falta de vigilancia.
Un llamado a las autoridades locales
Los residentes de Garzón han hecho un llamado urgente a las autoridades locales y regionales para que tomen medidas más efectivas en la lucha contra la inseguridad. Solicitan mayor presencia policial en las calles y en las zonas rurales, así como un fortalecimiento de los operativos de control para frenar los robos, asaltos y extorsiones que afectan a la comunidad.




