La candidatura de Rafael Pirajon para la alcaldía de Duitama plantea dudas sobre su capacidad para traer una verdadera renovación. A pesar de su experiencia en la administración pública, su enfoque se basa más en la nostalgia del pasado que en una visión moderna para la ciudad. Su campaña se centra en criticar a los jóvenes, lo cual refleja una postura conservadora y desconectada de los problemas actuales.
Pirajon no ofrece propuestas claras ni innovadoras, y su campaña «austera» parece más una falta de preparación que un gesto de cercanía a los ciudadanos. Además, su mandato anterior estuvo marcado por escándalos, como despidos injustificados, lo que pone en duda su liderazgo.
Duitama necesita un cambio real basado en progresos sostenibles y un liderazgo que escuche a las nuevas generaciones. La política de la nostalgia y la crítica fácil no es la solución. La ciudad necesita propuestas claras para avanzar hacia el futuro.
