Aportes forzados generan polémica

Denuncian que la administración de Germán Casagua estaría exigiendo contribuciones.
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La gestión del alcalde Germán Casagua Bonilla vuelve a estar en el ojo del huracán tras la denuncia de presuntos “aportes obligatorios” exigidos a contratistas de la Alcaldía de Neiva y de entidades descentralizadas. Según trabajadores afectados, cada funcionario vinculado por prestación de servicios habría recibido la orden de descontar el 10% de su salario para comprar regalos destinados a la campaña navideña que lideraría la gestora social, María Juliana Parra Curiel.

Contratistas
La medida, calificada por los denunciantes como un “atraco disfrazado de solidaridad”, ha generado rechazo en distintos sectores administrativos. Varios contratistas manifestaron sentirse presionados, temiendo represalias si se niegan a realizar el aporte. En algunos casos, los cobros ya estarían siendo gestionados directamente por secretarios y directores, lo que alimenta la percepción de coerción dentro del personal.

“Nos piden plata como si fuera obligatorio. Si no damos, quedamos marcados y probablemente no nos renuevan el contrato”, relató uno de los trabajadores afectados bajo reserva. En promedio, los profesionales estarían entregando entre $400 mil y $600 mil pesos, una cifra que, según ellos, representa una carga injusta en medio de los atrasos en los pagos que ya enfrenta el personal de la Alcaldía.

Polémica
Aunque en administraciones pasadas se promovían gestos voluntarios de contribución, esta vez según los denunciantes la instrucción habría sido explícita y directa. Los regalos, que serán entregados en diciembre en barrios, comunas y zonas rurales, estarían siendo financiados casi en su totalidad por los bolsillos de los contratistas.

Este hecho revive la discusión sobre los límites éticos en la gestión pública, especialmente cuando se confunden los gestos sociales con las prácticas de presión laboral. Diversos analistas locales han señalado que, más allá de la buena intención aparente, el fondo del asunto revela una falta de planeación y gestión presupuestal en la administración municipal.

Silencio
Hasta el momento, ni el alcalde Casagua ni la gestora social se han pronunciado frente a las denuncias, lo que ha aumentado el malestar entre los funcionarios y la ciudadanía. La polémica se suma a otros cuestionamientos por la ineficiencia administrativa y el incumplimiento en los pagos de contratos, dejando al mandatario en una posición cada vez más frágil.

En una ciudad golpeada por la desconfianza institucional, el caso de los “aportes navideños” no solo deja una mancha política sobre la gestión de Germán Casagua, sino que también refleja el deterioro ético y la desconexión entre la Alcaldía y su propio talento humano. En Neiva, la solidaridad parece haberse convertido en un negocio con factura obligatoria.


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