Mauricio denunció un millonario hurto en su vivienda del conjunto Torreón Sorroza
Lo que debía ser una divertida celebración de Halloween terminó convertido en una amarga pesadilla para Diego Mauricio y su familia, luego de ser víctimas de un aparatoso robo en su apartamento, ubicado en el conjunto Torreón Sorroza, primera etapa, del barrio Santa Ana en Ibagué.
El hecho ocurrió la noche del 31 de octubre, cuando la familia salió de su hogar alrededor de las 6:30 p.m. con destino al centro comercial La Estación. Al regresar, se encontraron con la puerta forzada y el lugar completamente revuelto.
Según relató Diego Mauricio, lo primero que notaron fue la desaparición de su consola PlayStation 4, pero al revisar con más detalle descubrieron que también faltaban varios celulares, dinero en efectivo y otros objetos de valor. En total, los delincuentes habrían sustraído aproximadamente 800 mil pesos que estaban guardados en una pequeña caja fuerte.
Los responsables, al parecer, utilizaron una funda de almohada para empacar los artículos robados antes de huir del conjunto. La situación resulta aún más preocupante porque, 48 horas antes, el padre de Diego también fue víctima de un robo, lo que hace pensar que podría tratarse de los mismos delincuentes.
Tras el hecho, la familia dio aviso a las autoridades y al conjunto residencial. Agentes de la Sijín acudieron al lugar para adelantar las pesquisas y recopilar evidencia. Sin embargo, se encontraron con un obstáculo: las cámaras de seguridad del conjunto presentaban daños, impidiendo una revisión inmediata de los videos.
“El administrador nos dijo que no podía entregar los registros hasta recopilar todos los videos”, aseguró Diego Mauricio, quien expresó su molestia por la falta de control y vigilancia en el edificio.
La familia interpuso la denuncia ante la Fiscalía, con la esperanza de que el material de video pueda recuperarse y se logre identificar a los responsables.
Vecinos del sector manifestaron preocupación por el incremento de hurtos en la zona y exigieron mayor presencia policial, además de una revisión urgente de los sistemas de seguridad en los conjuntos residenciales de Santa Ana.
