APARECIÓ DESPUÉS DE UNA SEMANA

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El niño de 12 años, estudiante del colegio Braulio González, salió de su casa por decisión propia el sábado 17 de agosto, luego de que al parecer hubiera sido reprendido por su madre, después de un accidente doméstico en el que se rompió un ventilador. La escasa información que se tenía de él fue puesta en conocimiento de las autoridades y el ICBF para dar inicio a una intensa búsqueda, que inicialmente no dio resultados, lo que aumentó la zozobra después de más de una semana sin que se tuviera noticia sobre él.

El joven fue encontrado el día martes 27 de agosto en el municipio de Saravena, en el departamento de Arauca. Hasta este lugar llegó por sus propios medios, pidiendo a los vehículos que se movilizaban por la Marginal del Llano, que lo llevaran gratis, según Eusebio Bautista, su padre, en busca de una tía que vive allá fortuna fue encontrado en buenas condiciones de salud.

El primer día de su desaparición, fue visto en casa de una compañera de colegio, sin embargo, cuando su mamá llegó hasta el lugar, él huyó. Después, algunas personas afirmaron haberlo visto pidiendo comida en la calle 30 con transversal séptima, sin embargo, ese fue su último rastro en Yopal. Según el padre del menor, el niño sufrió varias adversidades durante el viaje, pues en Paz de Ariporo, mientras dormía en la calle, fue víctima de hurto, perdiendo la mochila en la que llevaba sus escasas pertenencias, entre ellas su ropa.

La primera parada en el vecino departamento, fue al municipio de Tame, allí había una feria en la que el niño pidió trabajo. En ese momento, él decidió llamar a sus padres, y les avisó dónde se encontraba y cuales eran sus pretensiones. El niño indicaba que no quería sentirse perseguido, haciendo alusión a la búsqueda que libraban las autoridades. Además, pidiendo que lo dejaran trabajar.

Luego del encuentro y las solicitudes del niño, decidieron que él se iría para Saravena a trabajar con el esposo de su tía, quien labora como agricultor. El padre indicó ante medios de comunicación local que respetaría la decisión del joven, entendiendo que él lo que quiere es trabajar y que al parecer la fuga de su casa no se dio con la intención de seguir malos pasos, sino de poder trabajar y ganar su propio dinero.


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