Con una eucaristía realizada a las 4:00 de la tarde en la iglesia La Divina Misericordia, familiares, amigos y allegados despidieron ayer en Acevedo a Pedro Orozco Valenzuela, un hombre muy querido en la comunidad, cuyo fallecimiento ha causado consternación. Las honras fúnebres fueron asumidas por la Funeraria La Paz y concluyeron con la cristiana sepultura en el cementerio local.
El caso se conoció desde la madrugada del lunes, cuando Orozco fue hallado sin vida en la vereda Altos Resinas, jurisdicción del municipio de Guadalupe. Al parecer, el poblador fue encontrado suspendido de una soga por sus allegados. De inmediato, fue trasladado al Instituto Nacional de Medicina Legal, sede Garzón, con el propósito de establecer las causas exactas de su deceso.
El examen preliminar reveló la presencia de un surco en el cuello de la víctima, lo que apunta a una posible muerte por asfixia mecánica. La hipótesis inicial que manejan los investigadores es que podría tratarse de un caso de suicidio, aunque no se descarta ninguna otra posibilidad hasta tanto se conozcan los resultados del dictamen médico-legal definitivo.
Unidades forenses y de Policía Judicial se encargaron de adelantar las indagaciones en el lugar de los hechos, recabando testimonios y elementos materiales probatorios que permitan esclarecer lo ocurrido.
Mientras tanto, en Acevedo, la noticia ha generado un profundo dolor. Quienes lo conocieron lo recuerdan como una persona trabajadora y sencilla, y no logran asimilar las circunstancias en que se produjo su fallecimiento.
El recuerdo de Pedro Orozco Valenzuela quedará vivo entre sus seres queridos, quienes hoy lo lloran y, al mismo tiempo, exigen claridad sobre lo sucedido.




