El primer ministro Anthony Albanese proclamó su victoria tras los comicios del sábado 3 de mayo. Según las proyecciones de la cadena pública ABC, su Partido Laborista alcanzó al menos 86 escaños en la Cámara Baja, superando la mayoría absoluta de 76. El sistema de voto obligatorio en Australia, con una participación que supera el 90%, reforzó la contundencia del resultado. Anthony Albanese gana elecciones generales en Australia.
“Gracias al pueblo australiano por la oportunidad de seguir sirviendo al mejor país del mundo”, declaró Albanese desde Sídney. Los australianos, según el propio mandatario, optaron por un liderazgo enfocado en el futuro y los valores colectivos.
Peter Dutton cae ante la ola laborista y reconoce la derrota; Anthony Albanese gana elecciones generales en Australia
El líder de la oposición, Peter Dutton, del Partido Liberal, no solo perdió la contienda, sino también su escaño en el Parlamento. En su mensaje de derrota, asumió la responsabilidad del fracaso: “No lo hicimos lo suficientemente bien y asumo toda la responsabilidad”.
Dutton centró su campaña en reducir la migración, endurecer las leyes contra el crimen y permitir el desarrollo de energía nuclear. Sin embargo, sus propuestas fueron eclipsadas por las tensiones económicas globales, su cercanía con Donald Trump y una retórica que, para muchos, quedó desconectada de las preocupaciones reales de los votantes.

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Una elección marcada por el costo de vida, el cambio climático y los aranceles de Trump
El regreso de Donald Trump al poder en Estados Unidos influyó de forma indirecta en las elecciones australianas. La imposición de aranceles estadounidenses sobre productos clave generó preocupación en la economía local. Albanese calificó esas medidas como “daño económico”, mientras que Dutton expresó su disposición a enfrentarse al líder estadounidense si era necesario.
Albanese apostó por una visión progresista: impulso a las energías renovables, control a la inflación, mayor inversión en salud y soluciones a la crisis habitacional. Su estilo cercano, incluso informal —a menudo apodado “Albo”— conectó con votantes que buscaban estabilidad frente a un panorama global incierto.
Con esta nueva victoria, Anthony Albanese se convierte en uno de los líderes más fuertes de la región Asia-Pacífico. Australia inicia así una nueva etapa de reformas centradas en la sostenibilidad, la justicia social y la independencia económica frente a las potencias globales.




