La denuncia fue realizada por algunas personas, quienes evidenciaron como varias personas que cubrían su rostro, para evitar represalias tomaron la decisión de empezar a romper la estructura, incluso con riesgo de que alguna parte de ella les cayera encima.
En las persona que su dieron a la tarea se encuentran jóvenes menores de edad sin las condiciones mínimas de seguridad para realizar este trabajo. Empezaron a destruir lo que para ellos es un foco de contaminación y consumo de alucinógenos. Aseguran que en esa parte del pueblo los robos han aumentado pues la oscuridad y el abandono de esa edificación está acabando con su tranquilidad.
Es importante precisar que al parecer, desde la alcaldía se había advertido sobre el riesgo que representaba la edificación derruida y según la comunidad se había prometido demolerla con maquinaria. pero ante el incumplimiento del alcalde los residentes del barrio San Isidro decidieron iniciar labores ellos mismos.
“Este es un problema que nadie quiere solucionar. Es evidente que la gente está cansada de esta situación y ha tomado la decisión de empezar a acabar con lo que queda de ese edificio viejo. Hay un riesgo y las persona lo saben, pero están dispuestos a quitarla ellos mismos antes de seguir siendo víctimas de los delincuentes “, comentó un residente del sector quien pidió no publicar su nombre.