La misteriosa figura de Angie Miller, señalada inicialmente como una de las posibles implicadas en el asesinato del reguetonero B-King y del DJ Regio Clown, ha tomado un nuevo rumbo judicial. En las últimas horas se conoció que Miller no fue formalmente imputada ni enviada a prisión, generando múltiples versiones sobre su estatus actual. Mientras algunos medios aseguran que quedó en libertad por falta de pruebas, fuentes cercanas al caso indican que podría estar colaborando con las autoridades como testigo clave bajo un programa de protección. La Fiscalía, por su parte, ha manejado el asunto con hermetismo, argumentando que cualquier revelación prematura podría entorpecer las investigaciones en curso sobre lo que ya se perfila como un crimen organizado de alto perfil en el mundo del entretenimiento urbano.
La participación de Angie Miller sigue rodeada de incógnitas, pero su testimonio —si realmente forma parte de un acuerdo judicial— podría ser determinante para esclarecer el móvil detrás del doble homicidio ocurrido hace pocas semanas. La hipótesis de una red criminal vinculada al lavado de dinero, celos profesionales y vínculos con el narcotráfico ha cobrado fuerza, y se espera que en los próximos días se revelen nuevas capturas. La opinión pública, atenta al caso, ha convertido el nombre de Miller en tendencia en redes sociales, mientras abogados penalistas advierten que el sistema de justicia colombiano debe manejar con responsabilidad este tipo de colaboraciones, evitando filtraciones que pongan en riesgo a testigos o afecten el debido proceso.
